En la última década proliferan los espacios dedicados a conciertos y festivales, pero hay algo con lo que ninguno de ellos puede competir: el escenario del Castillo Sohail en Fuengirola. Pastora Soler ofreció anoche un recital íntimo entre sus murallas que quedará para siempre grabado en la memoria de los asistentes. Su voz y su presencia envolvieron el recinto, llenando la noche de magia.
Uno de los momentos álgidos de la noche fue cuando la artista, micrófono en mano, interpretó “La mala costumbre”paseándose entre el público y mirándolos a los ojos. Algo que da muestra de su grandeza como cantante y como persona.
Durante el espectáculo repasó algunos de sus temas más reconocidos junto a otros más actuales. Sus letras conmovedoras, llenas de vida y realidad, erizaban la piel con la fuerza de su voz tan característica e inigualable.
“Qué alegría estar aquí en este sitio tan bonito, en Fuengirola, disfrutando de todos vosotros. Esta es la tercera vez que tengo el privilegio de estar en el Castillo Sohail y es que transmite magia. Gracias a todos por venir”, dijo Pastora Soler emocionada a sus fans.
Durante el concierto cambió de vestuario para acompañar al repertorio, que fue desde temas más aflamencados a baladas o canciones más pop.
La sevillana, que ha cumplido 30 años sobre los escenarios, demostró una vez más por qué es una de las grandes damas de la canción de nuestro país.