Tras los últimos datos del paro en nuestro país conocidos ayer, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha realizado un estudio en el que concluye que unas 10.000 personas en desempleo son diagnosticadas de cáncer cada año. Esto quiere decir que la enfermedad provoca una vulnerabilidad todavía mayor en este grupo de población, que además de enfrentarse a un cáncer, se encuentran en una situación vulnerable por su situación de desempleo y su bajo nivel de ingresos –más de la mitad de estas personas no reciben prestación alguna-.
Con esta situación, las personas en el paro afectadas por algún cáncer tendrían que hacer frente a los gastos derivados de la enfermedad, que la AECC cuantifica en 150€ de media -en un “caso tipo” de cáncer de mama (pelucas, transporte no urgente, analgésicos, cremas para la piel para protegerla de los tratamientos radioterápicos, etc.)-, pero que podrían aumentar hasta 300€ en un caso de cáncer gástrico, por ejemplo. Esto significa que estas familias podrían verse obligadas a decidir entre, por ejemplo, pagar las facturas o comprar medicinas y productos para paliar los efectos secundarios de los tratamientos.
Si tomamos como ejemplo el caso de una persona en el paro sin hijos, con la prestación mínima por desempleo -que ronda los 502€- y con un diagnóstico de cáncer, podría tener disponible durante el tratamiento entre 202€ y 352€, dependiendo del tipo de tumor, ya que los gastos asociados varían entre 150€ y 300€. Estas cuantías podrían oscilar entre 372€ y 522€ si tuvieran uno o más hijos.
Ante esta situación, la AECC pide a todos los partidos políticos que reconozcan la vulnerabilidad añadida que provoca la enfermedad y asuman el compromiso de definir un Plan Integral de Protección a la Familia con Cáncer. Este Plan debe tener como objetivo proteger a las cerca de 10.000 personas desempleadas con cáncer además de autónomos y trabajadores cuyo salario se encuentra por debajo del Salario Mínimo Interprofesional.
