Normalmente, tendemos a pensar que la miel nace de fábrica tal cual nos la venden. En su frasco y con la etiqueta puesta. Sin embargo, en la elaboración de la miel, el hombre apenas interviene; es un proceso totalmente natural que solo requiere la labor de las abejas.
El proceso comienza cuando las abejas absorben el néctar de las flores y lo llevan a la colmena. Una vez ahí, son las abejas obreras las encargadas de elaborar la miel en un proceso que puede durar días. Mientras, las abejas jóvenes, se pasan el néctar de unas a otras consiguiendo enriquecerlo con encimas.
A la hora de extraer la miel, hay que tener mucho cuidado de no romper las celdas para que sean reutilizadas. Esto permite conseguir más miel y, por supuesto, que esta esté limpia. Aún así, el siguiente paso es filtrar la miel y dejarla reposar para eliminar toda clase de impurezas.
Una vez conseguidos todos estos pasos, estará lista para su comercialización. La miel es envasada en tarros al vacío o tarros sellados por las propias abejas. Un proceso natural y complejo que, gracias a las abejas, produce un alimento que podemos disfrutar.
Beneficios de la miel
Desde hace años, la miel ha sido reconocida por ser uno de los edulcorantes más ricos del mercado y por sus numerosos beneficios para la salud. Pero, la miel tiene muchísimas más funciones y beneficios de las que pensamos:
1.- Propiedades bacterianas
Además de ser una sustancia totalmente natural, la miel tiene diversas propiedades bacterianas que ayudan al tratamiento del acné en la adolescencia. Asimismo, previene numerosas enfermedades y ayuda a combatir algunas infecciones bacterianas más difíciles de tratar.
2.- Proteínas y minerales, sí
Las proteínas, como la invertasa o la glucosidasa tienen un papel primordial en nuestro organismo. Ayudan a formar y reparar los tejidos de la piel y son necesarias para que nuestras células cumplan su función correctamente. Por otro lado, minerales vitales como el calcio o el hierro están presentes en la miel.
3.- ¿Pelo perfecto?
La miel tiene muchas vitaminas y nutrientes que nos ayudan a tener un cabello abundante y con brillo. Además, la miel nutre el pelo y evita que se quiebre haciendo difícil su caída. En el mercado podrás encontrar muchos champús que contengan miel y que puedan ayudarte a hidratar tu pelo.
4.- Miel y limón, la pareja perfecta
El limón, que contiene vitamina C, y la miel con características antibióticas y antisépticas,ayudan a combatir la tos y mucosidad. Además tomar la mezcla habitualmente puede prevenir gripes y resfriados. Por otro lado, si alguna vez necesitas un extra de nutrición en tu garganta, la miel y el limón serán tus aliados perfectos. Y juntos, mucho mejor.
5.- Adiós al estrés
Lidiar con el estrés de la rutina muchas veces se convierte de una de las tareas más difíciles y en toda una pesadilla. La miel ayuda a superar periodos en los que se dan picos de este, como en épocas de exámenes o entregas laborales, ya que sus minerales se absorben rápido y favorecen a una recuperación casi inmediata.
6.- Spa en casa
Todo el mundo conoce o se ha hecho una mascarilla casera alguna vez. Pues bien, la miel, junto con el aceite de oliva, son una combinación perfecta para tener un aspecto radiante y lucir una piel descansada. Sus nutrientes ayudan a bajar el hinchazón de las ojeras y a que la zona se vea con más brillo. Además, por si esto fuera poco, la miel es un excelente exfoliante para la piel y sobre todo para los labios. Aplicarla dos veces por semana ayuda a prevenir grietas y sequedad.
Ahora que ya conoces todos los beneficios y propiedades de la miel, ¿qué tal si empiezas a potenciar un poco más su uso y nos olvidamos de otros edulcorantes o productos menos saludables? Dale una oportunidad y seguro que no te arrepentirás de incorporar la miel a tu vida.
Redacción: Mayte Fernández