El sol nos da energía, estimula nuestras defensas y nos proporciona vitamina D para nuestros huesos. Sin embargo, y a pesar de sus múltiples beneficios para nuestro organismo, es vital conocer la importancia de proteger nuestra piel del astro rey.
A continuación, te contamos todo lo que debes saber para que la exposición al sol no sea un peligro para ti y tu piel.
La piel, el órgano más expuesto de nuestro cuerpo
A pesar de que la piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y de que actúa como una defensa ante diversos riesgos, no siempre le prestamos la atención que este merece.
Sobre todo, en lo que al cuidado ante la exposición solar se refiere. Para una protección eficaz, debemos tener en cuenta nuestro tipo de piel, y es que no todas responden al sol de la misma forma.
- En el caso de los fototipos 1 y 2, estos tienden a sufrir quemaduras por el sol con facilidad, además de tener más probabilidades de llegar a sufrir un cáncer piel.
- Pasando al fototipo 3, este se caracteriza por broncearse de forma gradual, pero con un riesgo, aunque pequeño, de sufrir quemaduras.
- Los fototipos 4 y 5, por su parte, consiguen un bronceado fácilmente y no son propensos a sufrir quemaduras por el sol.
- Por último, el fototipo 6 incluye a las personas con pieles muy oscuras, las cuales también necesitan cuidados para no sufrir ningún tipo de problema.
Protección solar, ¿también en invierno?
Tendemos a pensar que únicamente es necesario proteger nuestra piel de los rayos solares en verano. Esto, sin duda, es un error y es que es muy importante utilizar crema solar durante todo el año.
Nuestra piel está siempre expuesta al sol y a los rayos UV, incluso aunque los días sean grises, lo que hace necesario prestar siempre una especial atención a su cuidado.
De este modo, evitaremos los peligros que el sol tiene sobre la piel y de los cuales te hablamos a continuación.
Los peligros de la exposición al sol
No todos los tipos de piel tienen la misma sensibilidad cuando se exponen al sol de forma excesiva. Aun así, en todos los casos es vital proteger el órgano más extenso de nuestro cuerpo para evitar que lleguemos a padecer los siguientes problemas.
Envejecimiento prematuro de la piel
Una piel expuesta al sol y sin ningún tipo de protección es más propensa a una pronta aparición de arrugas. Y es que los rayos UV provocan el desgaste de las células que se encargan de proteger la piel.
Aparición de manchas
Muy ligado al envejecimiento, está el problema de la aparición de manchas en la piel, sobre todo del rostro, al ser la parte de nuestro cuerpo con más exposición al sol. Tuexperto360 tiene un artículo muy completo con los mejores protectores solares faciales y en él explican con detalle los diferentes tipos de protectores que existen y cómo elegir el adecuado para tu piel.
Cáncer de piel
Se trata del peligro más grave que conlleva tomar el sol o estar expuesto a él sin ningún tipo de protección solar.
Este tipo de cáncer se desarrolla cuando se produce un crecimiento anormal de las células de la piel, provocado por la exposición al sol. Aunque es la forma más frecuente, este también puede darse en zonas del cuerpo que no no están tan directamente expuestas a la luz solar.
En concreto, se puede hablar de varios tipos de cáncer de piel, siendo los más comunes la aparición de carcinomas basocelulares, los carcinomas espinocelulares y los melanomas.
La piel tiene memoria
Seguro que alguna vez has escuchado esta frase, y es que da igual que fuese hace cinco años el momento en que tomaste el sol sin protección solar.
La piel lo recuerda, añadiendo y almacenando cada nuevo momento de exposición al sol que tenemos a lo largo de nuestra vida.
Independientemente de nuestro tipo de piel, toda piel tiene un límite, a partir del cual empezarán a verse las consecuencias, sobre todo cuando no se la protege como es debido.
Problemas oculares
El sol no solo puede tener consecuencias en tu piel, sino también en tus ojos. Y es que, una excesiva exposición al sol puede ocasionar problemas como la aparición de cataratas.
Por ello, es primordial añadir a la rutina de usar crema solar, unas gafas de sol como complemento para proteger nuestros ojos de los rayos del sol, prestando siempre atención a que los lentes sean de calidad.
Consejos para cuidar la piel del sol
Gafas de sol, sombreros o gorras y una crema solar con un alto factor de protección solar son tus principales aliados.
Pero además, es bueno seguir ciertas recomendaciones extra, como evitar las horas de mayor incidencia del sol (de 12 a 16 horas) o caminar, en lo posible, por zonas sombreadas.
Y, por supuesto, no conviene olvidar realizar revisiones dermatológicas periódicas y estar atentos al estado de cualquier lunar o mancha que aparezca en nuestra piel.
Después de toda la información y consejos, estamos seguros de que disfrutar del sol a partir de ahora será de la forma más responsable posible.