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Tesi Romero, profesora de secundaria: «Soy partidaria de dar un aprobado general en junio»

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Tesi Romero, profesora de secundaria: «Soy partidaria de dar un aprobado general en junio»

Tesi Romero es profesora de Secundaria y Bachillerato en el IES Pablo Picasso de Málaga. Este año da clases en 1..ºESO, 3ºESO y 1.ºBachillerato. Era una gran periodista, hasta que decidió hace unos años escuchar a su corazón y apostar por su otra gran vocación, la docencia. Entonces cambió el micrófono y las cámaras por un confinamiento voluntario para sacar sus oposiciones. El periodismo perdió a una gran profesional y la educación pública ganó a una gran profesora. 

Hay quien se queja de que los profesores se quejen del trabajo y la presión que están soportando estos días. A Tesi no le da miedo trabajar muchas horas, ni se le caen los anillos por ello – y perdonen esta expresión tan coloquial-. Me consta su compromiso e implicación con sus alumnos en el día a día, más allá de lo que le requiere el sistema educativo, y también sé que viene de un mundo, el de los medios de comunicación, en el que no hay horarios ni fiesta en el calendario. Por eso me parece una opinión más que cualificada la suya. 

Tesi cambió el micrófono y las cámaras por la docencia

Aproximadamente en Andalucía hay 125.000 docentes y 900.000 alumnos que han abandonado las aulas para confinarse en casa. El reto está siendo importante tanto para profesores como para las familias. Nos enfrentamos a una situación totalmente nueva, desconocida y para la que ninguno estábamos preparados. 

En cada casa las circunstancias son únicas y particulares. Hay familias que solo disponen de un ordenador, o de ninguno, o que no tienen WiFi o una buena conexión a internet. Familias que lo están pasando realmente mal en estos momentos. Ella se considera una privilegiada y pasa estos días sentada frente a un ordenador en la cocina mientras el poco tiempo que le queda libre lo comparte con su marido y sus dos hijas. Pero le falta algo, el contacto con esos 120 alumnos de los que busca a diario que aprendan los contenidos reglados pero también, que se conviertan en la mejor versión de ellos mismos. 

No sabemos si volverán a las aulas o como ha pasado con la Universidad se darán por terminadas las clases presenciales, no sabemos cómo será el sistema de evaluación, lo único que por ahora está claro es que este virus nos está obligando a vivir en presente y a actuar según lo van a haciendo las circunstancias.

 

Supongo que cuando en Madrid cortaron las clases, empezasteis a ver que en Andalucía también era una posibilidad que eso pasara. ¿Se os advirtió con antelación u os enterasteis el mismo día que todos?

Esa semana ya teníamos todos la mosca detrás de la oreja, pero parecía como si no quisiéramos aceptar la que se nos venía encima. El miércoles ya se veía que el confinamiento era inminente. Tanto, que incluso me molestó que el jueves siguiéramos yendo a clase con normalidad y comenté esa mañana con algunos compañeros que no debíamos estar allí. Volvimos el viernes 13 (curiosa coincidencia, la fecha) sabiendo que ese día ya sí era el último. 

Tesi, ¿estabais preparados en el instituto para impartir clases de manera telemática?

Depende de lo que entendamos por “preparados”, te podría dar diferentes respuestas. 

Desde un punto de vista técnico, te diría que sí. El servicio app de la Junta de Andalucía para la comunicación entre el profesorado, las familias y el alumnado (se llama PASEN), aunque ha tenido momentos puntuales en los que ha fallado por la avalancha de accesos, está cumpliendo sus funciones. En tiempo récord, se habilitó el aula virtual de Moodle con acceso libre y gratuito para todos y hasta se han puesto en marcha formaciones específicas para quienes querían utilizarla y nunca lo habían hecho antes. Como todos los profesores contamos con las herramientas tecnológicas necesarias y muchos las aplicamos con normalidad en nuestro día a día, cada uno fue optando por las vías que tenía más a mano (blogs, correo electrónico, Google Classroom, videoconferencias…). 

«Enseñar a distancia no es mandar tareas»

Desde el punto de vista pedagógico, la cuestión ya es más peliaguda. Yo misma, que suelo aplicar las tecnologías de la información (TIC) en la enseñanza de mi materia y las denominadas metodologías activas, sentí vértigo aquel viernes y tiré por el camino fácil. Aunque no es mi estilo, pensé: “mando actividades del libro, que lo tienen todos, y ya los corregiremos a la vuelta”. Ilusa de mí, conforme pasaban las primeras 24 horas, comprendí que me había equivocado y que no regresaríamos a los 15 días como pensaba. Pero enseñar a distancia no es mandar unas tareas y luego un solucionarlo, sin más. El acompañamiento es imprescindible, especialmente en los niveles más bajos de la ESO y en la Primaria o con el alumnado que tiene algún tipo de necesidad educativa especial. Para guiarlos sin tenerlos enfrente nadie nos ha preparado. 

«El acompañamiento es imprescindible»

Así que, desde el punto de vista psicológico, más humano, te diría que no, al menos yo no estaba preparada y creo que sigo sin estarlo. Echo de menos sus caras cuando no entienden algo y les da vergüenza preguntar, sus respuestas o propuestas, a veces disparatadas, pero que me sirven para dar un giro necesario a la clase. Echo de menos hasta que me interrumpan, charlen sin parar y me pongan de los nervios. Siento que así no puedo ayudarlos como cuando estoy físicamente a su lado. 

Fotos de la una de las clases de Tesi Romero

«Nos movemos, como las familias y los alumnos, a golpe de titulares»

¿Os habéis organizado cada centro por vuestra cuenta o se os han dado unas directrices claras desde Educación para llevar a cabo las clases online?

Seguimos esperando directrices claras y es lo que más echamos en falta desde el principio. Nos movemos, como las familias y los alumnos, a golpe de titulares que muchas veces son especulaciones o globos sonda para ver cómo reacciona el personal. Comprendo que esto nos ha pillado a todos por sorpresa, incluida a la Administración, pero viendo el panorama italiano, quizá se tendría que haber aprovechado la fecha para “cerrar las cuentas” del trimestre, reflexionar durante esta quincena y acordar unas directrices comunes. Por el contrario, desde el minuto uno se nos ha pedido programar y reprogramar actividades, inundar los hogares de tareas que no siempre saben por dónde les llegan o cómo se resuelven y burocracia, mucha burocracia, como siempre, que nos ha tenido horas trabajando en rellenar informes en lugar de en formarnos en determinadas herramientas o metodologías o, simplemente, celebrar encuentros virtuales con nuestros alumnos para transmitirles que todo va a ir bien y que seguimos estando aquí para atenderlos. 

¿Se han puesto medios a vuestra disposición o cada uno se ha tenido que buscar la vida para seguir con las clases? 

«Hay muchas familias que no pueden permitirse estos dispositivos»

Antes te mencionaba Pasen y la Moodle y sé que se ha hecho un esfuerzo por mejorarlas y que funcionen, pero no nos engañemos. Son herramientas que precisan de conexión a Internet y dispositivos para trabajar con ellas. En el caso del profesorado, no conozco docentes que no tengan conexión a Internet en casa y, como tutora, uso mi propio teléfono para llamar a las familias con las que necesito contactar. Estamos acostumbrados a comprarnos nuestras propias herramientas (tablet, portátil y hasta bolis y cuadernos), casi tenemos normalizado que todo eso va en nuestro sueldo e incluso muchas veces, en clase, las compartimos con los alumnos. Pero hace falta que ellos también dispongan de esos medios y, desgraciadamente, no es así. Hay muchas familias que no pueden permitirse estos dispositivos. Y, en esos casos, ¿de qué vale que yo tenga medios? Es un poco frustrante. 

 

¿Qué ha supuesto para los profesores cambiar las aulas por el ordenador?

Pues que ahora tenemos trabajo 24 horas al día los 7 días a la semana. Los profesores estamos acostumbrados a llevarnos trabajo a casa, preparamos clases muchas tardes o corregimos los fines de semana, pero las ratios son altas y ahora no tenemos a un grupo de 30 delante para resolver la misma duda a todos a la vez. Yo, por ejemplo, tengo este curso más de 120 alumnos y la mayoría está en casa, controlada por sus familias, y están trabajando como nunca. Hacen todas las tareas y, claro, surgen dudas, así que llegan mensajes continuamente. Me han llegado correos electrónicos incluso de madrugada. Imagino que son casos en los que la familia sólo tiene un dispositivo y tienen que compartirlo entre varios hermanos. Es agotador. Tenemos que ponerle freno. 

«No podemos pretender hacer en estas condiciones lo que conseguimos en las clases presenciales»

¿Cómo estás afrontando estas semanas? ¿Cómo te organizas con los alumnos?

«No vamos a mandar tareas para la Semana Santa»

Después de una primera quincena de locos, afronto las próximas semanas con otro enfoque. En mi centro y en todos los grupos de profesores con los que mantengo contacto, la sensación es la misma, necesitamos aflojar un poco y bajar la velocidad porque no podemos pretender hacer en estas condiciones lo que conseguimos en las clases presenciales. Para empezar, no vamos a mandar tareas para la Semana Santa, son vacaciones y, como mucho, que los más rezagados aprovechen para ponerse al día. Eso ya sería bastante. Y, desde esta semana, la coordinación con los alumnos la hago a través de Google Classroom, que me permite compartirles tareas e instrucciones a todos a la vez e incluso corregirles y evaluarles. Estoy tirando de aplicaciones digitales que, además de ser muy motivadoras para ellos, ayudan a la autoevaluación y dan feedback rápido al alumnado en ese sentido (Edpuzzle, Kahoot, Quizziz, IDoceo Connect, Flipgreed…). Y, para rentabilizar sus esfuerzos, ya que también ellos están muy cansados, intento coordinarme con otros compañeros para proponer tareas que puedan ser útiles en más de una materia, por ejemplo, estudiar las falacias en Filosofía o utilizar ejercicios de Estadística y aplicar lo aprendido en el análisis y redacción de textos argumentativos en Lengua, que es mi asignatura. 

Muchos padres se quejan de que sus hijos tienen ahora más deberes que nunca…

«Sólo sabemos que, si volvemos, no será con normalidad»

No es que tengan más deberes que nunca. Hace unos días, una alumna me envió la tarea y me pedía perdón por retrasarse un día, pero es que los profesores le habíamos mandado deberes “como si no hubiera un mañana”. Primero, me hizo gracia. Y, luego, me dio pena. Es que, ahora mismo, esa frase hecha es una gran verdad. No hay “un mañana”. No sabemos cuándo vamos a retomar las clases. Sólo sabemos que, si volvemos, no será con normalidad. Yo creo que esa falsa sensación de exceso de deberes se debe a dos factores. Por un lado, los profesores hemos cometido el error de querer continuar el ritmo que mantenemos en presencia. Yo, la primera. Los alumnos cumplen 30 horas lectivas semanales que, cuando se aprovechan bien, dan para todo lo que se les ha mandado. Yo no les he pedido más de lo que tenía previsto si no hubiéramos sufrido la cuarentena. Pero a esto le sumas un nuevo factor determinante: están todos encerrados en casa, no pueden salir con sus amigos, el día es largo y los padres que no pueden ir a trabajar están pendientes de que hagan todo lo que se les manda. Es la combinación perfecta para que estemos todos como estamos, con la lengua fuera.

¿Qué dificultades os estáis encontrando en vuestra labor?

Más que dificultades, yo diría que la situación está siendo difícil, que es distinto. Pero, si tuviera que destacar alguna, lo tengo claro. Nuestra principal preocupación es llegar al 100% de los alumnos. Los que disponen de interés, buena capacidad y medios, salen solos. Los que no quieren, no quieren, aunque los tengamos delante. Pero hay tantas circunstancias como familias y sabemos que hay alumnos que quieren pero no tienen medios para trabajar o necesitan un apoyo educativo que, ahora mismo, no reciben.

«Hay alumnos que quieren pero no tienen medios para trabajar»

¿Cuál es el reto mayor al que os estáis enfrentando?

«Tengo la esperanza de que esto marque un antes y un después»

Aprovechar la coyuntura para mejorar y cambiar lo que no funciona. Yo tengo la esperanza de que esto marque un antes y un después y nadie quiera volver al modelo de clases del siglo pasado. He visto a compañeros que no salían del libro de texto ponerse las pilas y adaptarse a un ritmo vertiginoso. Nos consultamos, nos damos ideas unos a otros. Hay más cursos abiertos y formaciones que nunca. El llamado “Claustro virtual”, que somos docentes que nos movemos en las redes sociales, está en plena efervescencia, compartiendo materiales y ofreciendo su apoyo a los docentes que quieren hacerlo lo mejor posible en estos días tan difíciles. Cuando todos veamos la respuesta positiva del alumnado ante estas propuestas, más en consonancia con la era digital y el siglo XXI, el verdadero cambio habrá comenzado. 

Blog que Tesi Romero usa con sus alumnos- Enlace al blog

Hay muchos chicos con problemas en casa para los que sus tutores son un gran apoyo. ¿Te queda tiempo para mantener las tutorías con ellos y hacerles seguimiento?

Por supuesto, tiene que quedarme. Estoy en contacto permanente con los chicos de mi tutoría. Es el único grupo con el que, por ahora, he mantenido encuentros por videoconferencia. Pero no para darles clase. La idea es quedar una hora a la semana pero solo para vernos, preguntarles cómo están, si sus familias están bien, con qué medios cuentan, si necesitan contactar con algún profesor… o hacernos bromas y reírnos un rato. 

 

¿Cómo están los ánimos en general entre tus compañeros de instituto?

El contacto es continuo. El móvil no para, pero tampoco el correo electrónico y la Intranet para la comunicación interna está al máximo rendimiento. De ánimos, tenemos días y momentos. Compartimos cuestiones formales, de trabajo, pero también nuestras dudas y preocupaciones, los momentos de bajón. 

Se baraja que se podrá volver a las aulas solo unos días en junio, ¿realmente lo ves como una opción y se están buscando fórmulas para ello o cuando llegue el momento se tomarán las decisiones que correspondan?

Yo creo que, a día de hoy, nadie puede responder a eso. Vamos a planificarnos ahora mismo en la distancia y, si podemos retomar las clases presenciales, perfecto. 

«La pandemia ha puesto sobre la mesa una dolorosa brecha educativa»

Como docente, se están buscando otras fórmulas para evaluar a los alumnos y que no pierdan el curso. Pero habrá chicos y chicas que no puedan seguir las clases por falta de medios, ¿ cuál crees que sería la solución para esto? ¿Supondrá cambiar los contenidos de cursos superiores el año próximo? 

Acabamos de cerrar la segunda evaluación y hemos tenido en cuenta fundamentalmente lo que los alumnos habían trabajado hasta el 13 de marzo. Teníamos anotaciones y evidencias más que suficientes para ello. El gran debate es qué debemos hacer a partir de ahora. Durante esta quincena, se ha tratado de localizar e identificar a todos los que tienen problemas para conectarse o seguir nuestras indicaciones en la distancia. Lo que no tenemos claro es, una vez identificados, cómo resolver ese problema. Los propios docentes estamos teniendo un intenso debate sobre lo que debería hacerse en tan extremas circunstancias. La pandemia ha puesto sobre la mesa una dolorosa brecha educativa. 

«Soy partidaria de dar un aprobado general en junio»

Mi opinión, muy personal y vaya por delante que no compartida por todos los docentes, es que debemos seguir trabajando para que quienes puedan, avancen, pero no podemos dejar a nadie atrás, especialmente en la ESO. Salvo aquellos casos en que se ha observado un abandono absoluto desde principios de curso, que los hay, soy partidaria de dar un aprobado general en junio. Algunos alumnos sufren situaciones económicas y familiares de gran desventaja, están encerrados y tan agobiados como los mayores, algunos han podido perder a seres queridos… ¿Encima les vamos a hacer repetir? No estoy de acuerdo. Lo que no aprendan este año, se recupera el siguiente sin problema. Al que no quiera trabajar ni esforzarse, ya lo pondrá la vida en su lugar. Y, en el caso de 2º de Bachillerato, siempre atemorizados con la dichosa Selectividad, que entren a la Universidad con la media obtenida durante la etapa, donde ya han demostrado bastante. Ya se ha hecho antes, en situaciones menos graves que esta. Y no ha pasado nada.  

«Al que no quiera trabajar ni esforzarse, ya lo pondrá la vida en su lugar»

Se ha llegado a valorar la opción de que el curso se extienda a julio. ¿Lo ves viable?

No solo no lo veo viable, sino que lo veo tremendamente injusto. El curso no se ha interrumpido, se está trabajando a distancia y, después de dos meses de confinamiento, no pueden encerrar a los niños un mes más en los centros. Colegios e institutos que, además, no están preparados para el calor que hace en verano. Ya en mayo o junio soportamos con creces los 30º en muchas aulas, en las que estamos hacinados y sin ventiladores o aires acondicionados. Definitivamente, no. 

Como madre, ¿cómo estás viviendo esta situación en casa?

«Me hizo darme cuenta de lo afortunados que somos»

También está siendo difícil. Tengo dos hijas en Primaria, con sus correspondientes tareas escolares y mi marido también teletrabaja en casa. Al principio, no teníamos ni siquiera dispositivos suficientes para trabajar todos a la vez. Tuvimos que comprar uno de prisa y corriendo y me hizo darme cuenta de lo afortunados que somos. Mi marido pasa horas trabajando en el estudio, mis hijas se apañan en el salón y yo vivo encerrada en la cocina, que se ha convertido en mi despacho. De lunes a viernes, estoy centrada en mi trabajo y los fines de semana intento ayudar a la más pequeña a que no se deje nada atrás, porque a veces se despista y también se agobia. Pero ni puedo ni quiero estar encima de ellas. Está siendo difícil pero creo que les vendrá bien verse en este aprieto. Les ha tocado vivir en un mundo digital en el que tienen que saber desenvolverse y confío en que saldrán de esta siendo más autónomas y capaces. 

«Las familias tienen que confiar en los profesores, porque les aseguro que intentamos dar cada día lo mejor de nosotros mismos»

¿Qué aprendizaje crees que va a sacar la comunidad educativa de esto?

Como comunidad educativa, no sé qué sacaremos… Sé lo que me gustaría que se sacase. Que nos diéramos cuenta de que todos somos necesarios en este engranaje y que nos necesitamos unos a otros. Que los niños necesitan el apoyo de sus padres, siempre, aunque ya sean “mayores” y vayan al instituto y nos digan que somos unos pesados. Que las familias tienen que confiar en los profesores, porque les aseguro que intentamos dar cada día lo mejor de nosotros mismos. Y que los docentes tenemos que abrirnos a la escucha de los alumnos, de otros compañeros y de las propias familias porque, como una vez me dijo una alumna, “no puede ser buen profesor el que no quiere seguir aprendiendo”.

Habrá a quien le guste más o menos la realidad que pone sobre la mesa, pero es indiscutible que sus palabras están cargadas de sensatez. Al igual que esta crisis del coronavirus nos va a llevar a la mayoría a reinventarnos, posiblemente sea el momento para adaptar el sistema educativo a los nuevos tiempos y formar a las generaciones del futuro en la realidad en la que van a vivir, dejando atrás modelos educativos que siguen construidos sobre pilares que se tambalean del siglo pasado. Gracias Tesi por tu sinceridad y por contestar desde el corazón, sin los filtros de lo políticamente correcto. 

Enlace a su blog->http://lenguatesi.blogspot.com

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