Sol Aguirre nació en Barcelona donde se licenció en Derecho, y cursó un Máster en Administración de Empresas especializándose en marketing, área en la que ha trabajado durante más de dos décadas. Es madre soltera de dos chavales, con los que vive en Madrid aunque es una auténtica apasionada de Nueva York, a donde se escapa cada vez que puede. En 2012, en plena crisis de los cuarenta, creó “Las Claves de Sol” un blog de humor que a lo largo de su década de trayectoria ha alcanzado a No en vano, recibió el Premio 20Blogs en la sección “Blogosfera”.
¿Cuál es el punto de partida para iniciar ese viaje interior necesario para conectar y conocerse a uno mismo?
El darte cuenta de que es necesario cuestionar lo que te han contado hasta ahora, la curiosidad, la voluntad de ser feliz y el darte cuenta de que eso es imposible si no sabes de qué estás hecha en profundidad.
¿Qué te llevó a tí a dar un giro radical a tu vida y enfocar tu vida en el desarrollo personal?
Pues una crisis, claro. Ojalá el humano no necesitara de la debacle para plantearse si está donde quiere estar, si es quien es, pero la realidad es esa. En un principio yo simplemente sabía que no quería seguir dedicándome a lo que había hecho durante dos décadas y empecé a escribir, que era lo que me apasionaba desde pequeña, lo que había abandonado por culpa de esas creencias limitantes que te cuentan que de escribir no se puede vivir, que no te dejan valorar eso que te sale de manera fácil. Cree un blog de humor para mujeres llamado “Las claves de Sol”, crecieron las seguidoras, escribí mi primer libro, siguieron creciendo y comenzaron a contarme que, gracias a mis textos estaban tomando decisiones. Ahí me planteé que quizás tenía algo más que ofrecer, me formé como coach y, de una manera muy orgánica, mi web, mis textos, mis formaciones y mi vida entera fueron virando hacia el desarrollo personal (resumiendo muchísimo).
¿Por qué conceptos como autoconocimiento o autoestima son claves en el día a día de los seres humanos?
Porque no nos puede gustar algo que no conocemos, porque no podemos saber cómo queremos vivir si no reconocemos y validamos lo que es importante para cada uno, porque si no nos hacemos las preguntas adecuadas, caminamos a la deriva.
¿Qué aportas a tus seguidores y a las personas que hacen tus cursos y masterclass?
Creo que, por un lado, honestidad. Yo solo cuento lo que he experimentado y me ha servido en la vida. La teoría sin práctica no sirve de nada y yo disfruto compartiendo lo que me ha hecho avanzar. Me gusta ir al grano, soy muy práctica, y es algo que reconocen mis alumnas, que me dicen que no hay nada de paja en lo que les transmito. Me esfuerzo muchísimo en que mis formaciones, mis directos, todo lo que comparto sea algo útil, que tenga un objetivo claro.
¿Cómo y cuándo eliges la temática de los directos que haces a primera hora de la mañana?
Intento prepararlos la semana anterior, pero no siempre es posible y, a veces, es a las seis de la mañana del mismo día. Los elijo observando y preguntando lo que mis seguidoras necesitan. Ellas mandan.
¿Cómo transcurre tu día una vez que te has tomado el té de las 8 de la mañana?
Con muchos más tés, jajajajja. Todos mis días son diferentes, y eso es algo que me encanta de esta vida que me he inventado. Normalmente me voy a la oficina que comparto con mi socia, Leire Larrañaga y allí preparo mis formaciones, escribo mis libros, genero mis estrategias de redes sociales y un largo etcétera. Es imprescindible para mí hacer cada día algo que me guste, aparte de mi trabajo, que me entusiasma. Puede ser un paseo, ir al cine, o comerme un helado, lo que sea. Cada día hago deporte, leo y dedico un rato a aprender, a investigar, a estudiar, a pensar.
¿Se puede, a día de hoy, vivir del coaching?
Se puede vivir de casi cualquier cosa, lo cual no quiere decir que cualquiera pueda vivir del coaching.
¿Qué te diferencia del resto?
Difícil pregunta, pero creo que te la he contestado antes: la honestidad. Y también te diría que el sentido del humor.
MUY PERSONAL
¿Has sentido el fracaso en tus propias carnes?
Es que no tengo muy claro lo que es el fracaso, la verdad. Si es que algo no me salga como yo esperaba, pues claro. Si es arrepentirte de haberlo intentado: nunca.
¿Qué te hace feliz?
Que me pase lo que quiero que me pase la mayoría del tiempo. Mis amigos. Ser consciente de que cada día es un regalo que no deberíamos dar por sentado.
¿Qué o quién te quita el sueño?
La felicidad de mis hijos, la salud de los míos.
¿Cuidas tu alimentación?
Como de manera equilibrada, sí.
¿Algún vicio confesable?
Si no me las pinto, me muerdo las uñas. Y las libretas, tengo muchísimas.
¿A quién admiras?
A todos mis amigos. Y a Oprah, a Michelle Obama, a muchos escritores, a quien le echa narices a la vida a pesar de circunstancias adversas. A la gente que se esfuerza en desarrollar sus talentos, a los que poseen una inteligencia que no soy capaz de comprender. A un montón de gente, la verdad. Salomé vivía cantando y yo vivo admirando. De la admiración nace la inspiración y el aprendizaje, creo yo.
¿Qué sueño te queda por cumplir?
Teniendo en cuenta que ni en mis mejores sueños imaginaba estar donde estoy hoy, ser quien soy, no tengo ni idea de qué puede pasar en el futuro, pero ahora mismo te podría decir mil sitios a los que quiero viajar, mil personas a las que quiero conocer, mil temas sobre los que quiero estudiar. La vida va de soñar y poco más.
