Cuando se está esperando un bebé, normalmente todo son alegrías, nervios y una espera que parece que nunca va a terminar. Lamentablemente, son muchas las mujeres que pasan por la desagradable experiencia de sufrir un aborto natural. Sobre este tema hay todavía muchos interrogantes, dudas e incertidumbres, así que hemos hablado con la embrióloga y CEO de Psicofertilidad Natural, Antonia Gómez González, para que nos explique las causas de por qué se produce un aborto natural.
Partimos de la base de que las causas de un aborto son muchas y muy variadas. De hecho, hasta que una mujer no sufre tres abortos naturales, no se investigan las causas que derivan en estos.
En muchas ocasiones, cuando se acude a un profesional, la respuesta que se recibe de él es “no pasa nada, es normal”. Según explica Gómez, “desde un prisma emocional, decirle a una mujer que ha perdido a su futuro hijo que no pasa nada, que es normal, quizás no sea la mejor forma de ayudarle. Porque ella acaba de perder a su futuro bebé, y sí que pasa. Pasa muchísimo”.
Más allá de lo emocional, no se debe tratar un aborto a la ligera, aunque entre dentro de los riesgos normales del embarazo, ya que, médicamente, pueden existir causas que han llevado a que ese bebé se pierda.
Causas endocrinas
Tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo pueden provocar abortos. También, la resistencia a la insulina, la diabetes o la insuficiencia de progesterona son factores que ayudan a la pérdida del feto.
Esta última, la progesterona, es la llamada “hormona del embarazo”. Se encarga de facilitar la implantación del embrión. Si existe un déficit de progesterona, este aspecto será más complicado, pudiendo desembocar en un aborto natural.
Causas anatómicas
La existencia de un mioma puede afectar al normal crecimiento del embrión, y dependiendo del tamaño y la localización puede, incluso, llegar a producir la pérdida del bebé.
Otro factor clave en este asunto es el útero. La morfología de este órgano puede imposibilitar el desarrollo del embarazo debido a problemas como que puede ser demasiado pequeño o existir una pared en mitad de este. También, síndromes como el de Asherman provocan ciertas adherencias que pueden complicar la implantación.
Causas genéticas
El origen puede ser una alteración genética del óvulo o una alteración genética del esperma. Sin embargo, también puede ocurrir que genéticamente el padre y la madre estén bien y, aun así, al formarse el embrión, no se haga bien. Esto puede generar una alteración cromosómica y, por tanto, un aborto.
Causas infecciosas
Es posible que se dé una infección en las paredes uterinas, que puede desembocar en endometritis y dificultar la gestación, llegando incluso a provocar rotura de bolsa en un estado avanzado de embarazo.
Causas inmunológicas
Puede existir un exceso de Natural Killers, que son las células que protegen nuestro cuerpo ante los agentes externos. Si hay de más, pueden atacar al embrión.
Por otro lado, se puede dar una incompatibilidad inmunológica entre el esperma y el óvulo y que no sea aceptado por el útero o que una vez implantado, el útero lo rechace. La celiaquía, que es una enfermedad inmunológica, también genera abortos.
Estas son algunas de las causas que pueden provocar un aborto natural. Sin embargo, cada cuerpo es diferente y ningún diagnóstico puede extrapolarse a más de una persona. Es importante que se visite a un especialista ante una situación de este tipo y que no se tomen decisiones precipitadas o se saquen conclusiones antes de tiempo en base a esta información.