La menstruación es un proceso vital periódico y recurrente que trae de cabeza a millones de personas en España y el mundo. Cada mes, o en un lapso de tiempo aproximado, someterse al sangrado durante varios días, y repetir esta operación durante décadas, no es plato de buen gusto para muchas chicas.
Por suerte, la regla está cada vez más naturalizada y ya hay mujeres que no lo consideran un tema tabú, incluso renuncian a usar productos para evitar manchar la ropa. A su vez, la aprobación hace poco más de un año de la posibilidad de solicitar la baja laboral por un dolor menstrual incapacitante también ha servido para avanzar en el respeto en los derechos de las mujeres.
Tener la regla no es estar mala, ni estar enferma, y mal haría la sociedad, especialmente los hombres, en asociar esta etapa vital a cambios hormonales que vuelven insoportables a las mujeres que están con el periodo.
No obstante, todo esto no impide que la menstruación siga siendo una fase que desean hacer lo más liviana posible muchas mujeres, y es que cada vez vaya siendo más común ver como algo normal la regla, manchar la ropa interior, los textiles de casa o los pantalones nunca es una experiencia agradable. Para evitar esto, las fórmulas tradicionales han sido productos como las compresas o los tampones, pero desde hace años se han ido popularizando alternativas como las bragas menstruales, los bañadores menstruales o compresas y protegeslips de tela.
¿Qué son las bragas menstruales?
Las bragas menstruales son artículos de ropa interior específicamente reforzados para usarlas durante la regla. Cuentan con cuatro capas que absorben el flujo, neutralizan bacterias que generan olor y evitan las fugas tanto de orina como de sangrado.
Están diseñadas para usarlas durante los días de flujo y tienen la ventaja de que son reutilizables. A diferencia de compresas o tampones, una braga menstrual se puede usar en el próximo periodo, ya que vuelve a ser perfectamente funcional tras el lavado. Muchas mujeres optan por hacerse con tantas prendas de este tipo como días suele tener su periodo, para así lavarlas todas de una vez cuando haya finalizado el sangrado.
Las bragas menstruales tienen su alternativa para los días de verano con el bañador menstrual, que es una prenda que sigue la misma dinámica y permite a las chicas para acudir a la piscina o la playa en plena menstruación, sin la vergüenza o las limitaciones de estar manchando.
Estos dos productos se pueden usar en cualquier circunstancia, por lo que las mujeres no ven privadas su libertad durante la menstruación. Además, actualmente podemos encontrar modelos para todos los gustos, de colores muy variados y con diseños diferentes.
Una alternativa sostenible a los productos desechables
El uso de bragas menstruales añade un valor añadido importante, y es que con ellas las usuarias están reduciendo su impacto ambiental. Aunque la regla ya es por sí misma una etapa que puede provocar desazón en muchas mujeres, para las que están más concienciadas desde el punto de vista ambiental resulta toda una incongruencia consumir productos desechables de higiene y aseo todos los meses.
Con estas alternativas sostenibles, entre las que también se encuentran las compresas y los protegeslips de tela, así como accesorios más respetuosos para el medio ambiente (jabón íntimo, jabón natural), esa sensación de inquietud desaparece.
En el caso de la mujer eco, donde podemos encontrar muchos de estos productos, su oferta se amplía también a bragas pensadas para luchar frente a la incontinencia. Muchas mujeres, con el paso de los años, tienen más dificultad para controlar sus esfínteres, lo que puede dar lugar a situaciones poco agradables. Esta ropa interior especial evita tener que acudir a las compresas tradicionales.
¿Qué piensan las mujeres sobre las bragas menstruales?
El uso de estos productos sostenibles tiene una aceptación progresiva entre muchas mujeres, aunque no hay que dejar de lado que la inversión inicial es más alta que hacerse con un paquete de compresas o de tampones. La buena noticia es que la amortización de este sobreprecio llega tras pocos periodos.
Otro apunte interesante es que son válidos para todo tipo de mujeres y menstruaciones. De hecho, van más allá de la regla, como el ejemplo citado sobre la incontinencia. Y esto es un plus, ya que las alternativas que ofrece el mercado, como la copa menstrual, generan más opiniones encontradas por su dificultad a la hora de colocarla y ciertas molestias de uso.
En general, las bragas menstruales y los productos de baño para la regla tienen una sólida aceptación, basta con acercarse hasta YouTube o comprobar algunos blogs de temática femenina y ecológica para descubrirlo. De ellos las chicas destacan la comodidad al utilizarlos, el carácter sostenible, la capacidad de absorción y hasta su diseño, pues son prendas y artículos diseñados para ser vistos, no para quedar ocultos.
