Según la Organización Meteorológica Mundial el pasado 20 de Junio se alcanzó en la ciudad rusa de Verkoyanks una temperatura record de 38 grados, es decir, que el Ártico está sufriendo una ola de calor que hace que este mes haya alcanzado temperaturas más altas que las que se han dado en ciudades como Barcelona o Río de Janeiro.
Esta situación es muy preocupante. Sin querer quitar importancia al resto de problemas sanitarios y sociales que se están viviendo el planeta en este año, debemos recordar que ni el coronavirus, ni la lucha por erradicar el racismo paran el cambio climático y que, de nada servirá superar estas crisis si cuando las superemos no podemos vivir en ella Tierra. Y es que los científicos aseguran que el Ártico se calienta a un ritmo que duplica en velocidad al resto del planeta.
“El Ártico se calienta a un ritmo el doble de rápido que el resto del planeta”
Esta es una tendencia que no solo ocurre en el Ártico, sino que es seguida por ambos polos. El Antártico ha reportado también temperaturas récord con 18.4 grados. Además a las altas temperaturas se le suman grandes incendios forestales en Siberia y el círculo polar ártico.
Desde luego, no podemos decir que esto nos sorprenda pues las medias globales suben cada vez más y más. Estos datos solo nos recuerdan que seguimos viviendo y luchando contra una grave crisis climática que hace que peligren las vidas de muchas especies, incluida la nuestra.
Temperaturas de récord
Según el Servicio de Cambio Climático de la Unión Europea, las temperaturas recogidas en el Ártico durante el pasado mes de mayo fueron alrededor de 10° más altas de lo habitual otros años anteriores.
“Verkhoyansk, en Rusia, ha alcanzado una temperatura récord de 38 grados”
En la ciudad Rusa de Nizhnyaya Pesha, se alcanzó a principios de Junio una temperatura de 30°, algo que se distancia bastante de la que fuera su media habitual de 14°. Por otro lado en Verkhoyansk, otra ciudad del territorio ruso, La temperatura se encuentra casi 20° por encima de su promedio habitual, llegando a alcanzar una temperatura record de 38° que supera el anterior record, alcanzado en Alaska en 1915 con 37.7° en la ciudad de Fort Yukon.
¿Qué está causando esta ola de calor?
Según diferentes científicos climáticos la ola de calor está producida por una oscilación hacia el norte de la corriente de chorro que ha llevado una masa de aire caliente hacia el extremo norte, lo que quiere decir que el aire cálido que actualmente se establece sobre Rusia ha abierto un camino hacia al polo por el que se ha filtrado un calor no estacional hacia dichas zonas árticas. Y a su vez está expulsando el aire frío que se mueve en dirección al sur, llegando a Escandinavia y América del Norte.
“Han aumentado las olas de calor en todo el mundo, debido a los gases invernadero”
En los últimos años han aumentado las olas de calor en todo el mundo. Y los científicos aseguran que el aumento año tras años de las emisiones de gases efecto invernadero tienen mucho que ver.
Con el paso del tiempo el aire es más cálido, y esto no solo incrementa las olas de calor, sino que además está haciendo que la nieve del Ártico se derrita antes de lo habitual cada año, que el deshielo de los polos se acelere y que haya más incendios forestales en todo el mundo, pero sobre todo en Siberia y el Círculo Polar Ártico.
La falta de nieve está haciendo que la tierra quede al descubierto y que, al ser una superficie más oscura, absorba más luz del sol y se caliente más rápido, intensificando así esta ola de calor.
¿Cuáles son las consecuencias de este aumento de la temperatura?
Una de las consecuencias que tiene el aumento de temperaturas y la falta de nieve y hielo son los incendios. Ha habido un aumento de incendios junto con la ola de calor pero, ¿cuál es el motivo? ¿Qué los causa? Por resumir, esto está causado por rayos o por acción humana. Debido a las altas temperaturas la flora está mucho más seca y estos proliferan mucho más, poniendo en riesgo no solo a las especies animales de la zona, sino también a toda la flora y además, ayudan a agravar el calentamiento global pues aumenta la temperatura de la zona.
“Están en riesgo islas, zonas costeras, los pueblos del ártico y muchas especies animales”
La situación también está provocando que el deshielo comience antes de lo previsto, y todos sabemos la consecuencia directa de que esto ocurra: La subida del nivel del mar. La capa de hielo que cubre Groenlandia está derritiéndose unas 7 veces más rápido que en la década de los 90 y por lo tanto el nivel del mar sube más rápido de lo previsto. Las consecuencias que esto puede tener son que las zonas de tierra más bajas se inunden, poniendo en riego islas y zonas costeras de todo el mundo.
Además, el hecho de que el hielo desaparezca, junto con los incendios, ponen en riesgo las formas de vida que dependen de él y de los bosques, ya que este problema destruye sus hábitats y dificulta la provisión de alimento cada vez más. Osos polares, caribúes y ballenas son las especies que están en especial peligro, pero los pueblos del ártico también están viéndose perjudicados pues la caza y la pesca son cada vez más difíciles.
¿Podemos hacer algo para evitarlo?
«Aún no existan leyes estrictas que cuiden el mundo en el que vivimos»
Llevamos décadas escuchando que tenemos que reciclar y cuidar el medioambiente. Educar a las personas para que tengan una conciencia medioambiental no es algo negativo, de hecho, es muy positivo porque ayudas a que todas esas personas que han cambiado hábitos de su día a día para mejorar el medio ambiente estén descontentas con que aún no existan leyes estrictas que cuiden el mundo en el que vivimos.
La acción de la población no sirve prácticamente de nada si grandes empresas y gobiernos no toman cartas en el asunto y descienden sus niveles de contaminación, dejan atrás la utilización de combustibles fósiles y siguen estrategias que disminuyan nuestro impacto ambiental.
Por ese motivo, el paso que debemos añadir, ahora que está muy implantada la educación ambiental, es la presión a los gobiernos para que establezcan medidas para parar el impacto ambiental de nuestra forma de vida. Existen tecnologías suficientes para desarrollar medidas que disminuyan la emisión de gases invernadero y eliminen dióxido de carbono de la atmósfera. Lo único que se necesita es voluntad política.
No se trata únicamente de cuidar el planeta, este ha sufrido ya 5 grandes extinciones y ha seguido adelante. Las condiciones del planeta cambiaran y este, con los años se adaptará, sin embargo, ¿podremos los humanos sobrevivir a la 6 gran extinción? ¿Podremos seguir con la vida que conocemos si las temperaturas aumentan aún más? Son preguntas que debemos plantearnos. No se trata de solo de cuidar el planeta, sino de cuidar la forma de vida que tenemos como especie.