«¿Dónde vas con mantón de manila?…”
«O un mantón de la china me vas a regalar…”
El sainete lírico de Ricardo Vega al que puso música Tomás Bretón «La verbena de la Paloma” hacía diferentes referencias a esta prenda que aunque de origen chino, representa algo muy español desde que las mujeres adoptaran el mantón allá por el siglo XVIII.
Bordados, lisos o de colores sobre un lienzo de seda rematado con flecos se ha convertido en la actualidad en un complemento para grandes ocasiones, aunque no siempre fue ese su uso.
La asociación pro tradiciones malagueñas, ‘La Coracha’, ha conseguido que en estos años miles de mujeres lo saquen del armario y lo luzcan en una ocasión tan especial: ‘El pregón del Mantón’.
Una tradición dentro de la asociación que por circunstancias desapareció por un tiempo y que hace tres años se volvió a retomar llenando de belleza y verdaderas obras de arte las calles de la ciudad por unas horas. Una pasarela con señoras elegantemente ataviadas que rinden homenaje a este complemento que más que abrigo aporta belleza a quien lo lleva.
La cita
A las 6 de la tarde, el primer miércoles de junio, a las puertas del hotel Ac Málaga Palacio se dan cita un centenar de señoras. Todas ellas acuden a la llamada de ‘La Coracha’. No son ganas de lucirse, pero si de llamar la atención: que el mantón no se pierda, esa es su reivindicación. En coches de caballo más de un centenar de ellas recorren las inmediaciones de la Catedral dejando a su paso instantáneas memorables.
Los extranjeros y turistas móvil en mano graban y fotografían la escena. Perplejos. Sorprendidos. ¿Esto que será?, se preguntan. Lo que tienen claro es que debe ser algo «Tipical Spanish” . Y así debería seguir siendo defiende ‘La Coracha’. El mantón no se puede quedar en el baúl de los recuerdos.
Una madre con su hija, no debe tener más de 20 años, se paran para contemplar tan particular desfile. » Tu abuela tenía uno maravilloso, bordado a mano, antiguo, era de su madre. Lo tengo en un altillo. Y yo buscando algo para adornarme el vestido para la boda de tu prima. Ya sé lo que me voy a poner”, le dice la madre a la hija que la mira sorprendida, debe ser por como le brillan las ojos al recordar a su madre llevando sobre sus hombros esa joya de familia.
Pero no les vale el paseo, el mantón bien merece un pregón, como la mantilla. Como mayores que son la mayoría de los miembros de la Asociación pro tradiciones si hay que reivindicar que sea con argumentos, con razones de peso y por supuesto, con solemnidad. Algo que también se está perdiendo.
Pregón, pregonera, espectáculo y entorno único cuando empieza a caer el sol. En ‘El Corralón de Santa Sofía’ parece que se ha detenido el tiempo, aunque los años pasen por sus vecinos. Están acostumbrados a las visitas del público, y más cuando se celebra la Semana Popular de los corralones de La Trinidad y El Perchel. Este espacio también es sede de la ‘Bienal de arte flamenco’.
Huele a antaño, a tiempos pasados. Tan cerca del centro de Málaga y tan lejos, el anclaje que necesita cualquiera a sus raíces para crecer y evolucionar como lo está haciendo la ciudad, pero sin perder de vista sus orígenes. El grupo de WhatsApp está bien, pero mejor sacar la silla a la puerta y charlar con las vecinas, de las que conocen santo y seña. No necesitan ‘el facebook’, ni emoticonos, se ven las caras todos los días, las puertas están abiertas.
Comienza el acto con el listón muy alto, la actuación de Rosi de Alva, que deja a todos boquiabiertos con su forma de moverse sobre el escenario.
La Pregonera
La pregonera de este año es María Belén Caballero, a la que introduce la pregonera del año anterior, Mª Luz Aguilar-Galindo. Recientemente nombrada responsable de prensa y comunicación de ‘La Coracha’.
Belén es madre de tres hijos, de los que dice que son su verdadera pasión. Una pasión que también siente por el arte, y el teatro. Es licenciada en Arte Dramático y una de las fundadoras del ‘Teatro Estable de Málaga’ junto a Miguel Caballero. Junto a un grupo de actores creó también la compañía teatral ‘Teatro Cado’. Ha formado parte del proyecto educativo del Cervantes con la compañía ‘Brea Teatro’. Ha dirigido e interpretado » Las Criadas de Genet» en el Festival de Teatro de Málaga y así podríamos seguir enumerando su carrera sobre los escenarios. Pero también la hemos podido ver tras la pantalla, por ejemplo en cortometrajes de los directores Carlos Murante y Alberto Pons. Cuenta en su curriculum con una dilatada carrera en el mundo de la radio: Comenzó en Cadena Rato y desde entonces su voz nos llega a través de las ondas.
De pregones sabe un poco, ya lleva algunos a sus espaldas.
Hija de «La niña chica”, fundadora de la Asociación Cultural Estrella del Alba, de la Cala del Moral, de casta le viene a Belén ser una mujer de bandera. Y así lo demostró con la interpretación brillante y sentida de su ‘Pregón del Mantón de Manila’.
El Pregón
Belén Caballero recorre con sus versos todas y cada una de las calles del Perchel y La Trinidad donde están los corralones. Pero además de pregonar el mantón rinde homenaje con sus palabras a su madre, que partió hace dos años dejando tras de sí una fantástica labor en pro de la mujer y la cultura. De ella dijo: «Lo único que ha hecho mal, ha sido no enseñarme a vivir sin ella”.
«Si te acercas a mi cuerpo, y envuelves toda mi piel, hazlo con seda y bordados, claveles, pájaros y laurel.
Aunque desde que te marchaste, las puntadas de mi mantón, son alfileres de dolor.
Cada fleco anuda un suspiro, y un día más de tu ausencia.
Aunque de ti he aprendido a sonreír ante la tristeza, ser fuerte ante la adversidad y saber mirar a los ojos.
Hoy me tienes aquí, y sé, que estarás llena de ilusión .
Con el mantón que me regalaste hace más de treinta años, y que tantas veces lucí a tu lado.
Hoy, mis primeras palabras son para ti, Niña-Chica.
Con la gente que te adoraba, tú siempre serás una estrella de mano de La Coracha”.
La pregonera, ya en prosa, ya en poesía, ya con el tañir de unas castañuelas, o la voz de una cantaora fue dibujando su propio mantón en un lienzo en blanco de seda desde los primeros datos que se conocen de esta prenda originaría de la antigua China.
«Pero el comercio que se estableció a través de la ruta de la seda, se realizaba en buena parte a través de las Islas Filipinas.
Que son llamadas así en honor al Rey Felipe, apodado «el prudente”, y cuya capital es Manila.
Punto de encuentro y cruce entre comerciantes y que hicieron que el uso y el comercio de esta pieza cuadrada llamada mantón fuese dándose a conocer a cada uno de los puertos donde desembarcaba.
Entre esos puertos, se encontraba el del Guadalquivir.
donde un barco llamado «El Manila» dejaba grandes tesoros.
Donde además nació una hermosa historia.
La de las cigarreras.
Cuentan que estas mujeres, que trabajaban como cigarreras, utilizaban los retazos de tela de seda y crespón donde venían envueltas para su conservación las hojas de tabaco y que llegaban desde Manila como pañoletas con las que se cubrían para evitar el frío al cruzar el puente de Triana”.
Y una prenda que era usada por las mujeres del pueblo se fue enriqueciendo a base de bordados y pasó a ser usada por las altas damas, que supieron incorporar su uso a su vestuario.
Belén Caballero incorporó a su pregón la explicación de la simbología que encierran los dibujos de los mantones. El dragón que representa al emperador, los faisanes a la belleza o el pavo real a la dignidad.
«Elementos que he tenido la oportunidad de ver en esta maravillosa pinacoteca que se ha convertido por esta noche el Corralón de Santa Sofía.
Pinacoteca de luz y color que ha vestido esta tarde las faldas de la Catedral ,bordando el patio de los naranjos y bajando con mil flecos airosos por la calle Cañón”.
Y entre fragmento y fragmento de la historia del mantón, poesía.
«Si suspiras por amores malagueña.
déjate llevar por las alas de color de mis mariposas
que bordadas
en cien tonos de añil marino
solo esperan un parpadeo de tus pestañas
para llenar el aire de suspiros.
Y bajaré contigo del brazo
por la coracha,
luciendo mantón y flecos
y el aire de las tres gracias”.
Destacó el papel de las mujeres como autenticas guardianas de las costumbres y de las raíces de la cultura popular. Explicando como se aunaban en torno a talleres para su elaboración y bordado.
«El mantón, ha de ser lo suficientemente grande para que abarque de sobra los dos brazos estirados en cruz”, explicó. Y relató como a través de diferentes usos el mantón ha llegado hasta nuestros días recordando a algunas de sus máximos defensoras del último siglo : «Cuando hablamos de la importancia del mantón en el mundo del flamenco pensamos en grandes nombres y grandes defensoras , como Matilde Coral, o Blanca del Rey, y cuando el arte rasga la garganta recordamos los cuerpos de Estrella Morente, Esperanza Fernández, La niña de los Peines o la Macarrona ceñidos por un mantón de Manila”. También recordó a las grandes del mundo de la copla que lo han lucido actuación tras actuación como Concha Piquer, Lola Flores o Imperio Argentina.
Entre todas un homenaje especial a «La Paula”, a la que dedicó varias estrofas:
«A la casa de las locas me llevaron como presa
cambie mi bata de cola
por la camisa de fuerza.
Ay ya no baila, ya no baila…..ay!!! Ya no baila la paula!!!!!”
Con un público entregado y absorto dirigió sus palabras hacia La Coracha.
«…Como olvidadas quedaron esas piedra de La Alcazaba que sirvieron de cimiento a las casas de La Coracha.
Paredes como mantones blancos encaramadas a la ladera de Gibralfaro que extendían sus flecos hasta el azul del mediterráneo.
Coracha, fortificación y defensa de doble muro.
Coracha, cuero donde conservar desde America hasta España.
Decir Coracha en Málaga, ha de ser cubrir nuestro rostro, con el mantón ante la vergüenza de destruir la historia.
Decir Coracha en Málaga también es descubrirnos ante hombres y mujeres que conservan la tradición .
Yo me descubro ante vosotros y os agradezco que no nos hagáis olvidar al resto que es este pedacito de cielo llamado Málaga”.
Concluyó reivindicando su uso, ya sea para decorar los balcones, los corralones y por supuesto para lucirlo sobre los hombros.
«Más de tres mil palabras, hay escritas en este pregón.
Pero no sería un pregón si yo no reivindicara el uso y el disfrute del mantón.
Me da igual que sea de seda, de crespón o tafetán.
Que su bordado sea a maquina, o sus puntadas a mano.
Que lo lleves como un vestido,
como este que me ha diseñado el gran Antonio Gracia o te cubra en una tarde de boda.
Saca el mantón malagueña, ese que tienes guardado.
Ese que dejas caer, para que la seda no tenga doblez ni los flecos enredados.
Luce el mantón malagueña en las noches estrelladas y las tardes de feria.
Luce el mantón muchacha cada día de tu vida de manos de La Coracha”.
Aplauso cerrado, sentido, emocionado, y aunque empieza a apretar el calor un escalofrío recorre el cuerpo, no importa, se echa una el mantón…
Fotografía: Manuel Reina Olmedo y cedidas por miembros de ‘La Coracha’
