Ya sea en el trabajo o en casa, es casi inevitable no soñar despiertos con el próximo destino que queremos visitar. La cabeza se pone en modo matemático y empezamos a analizar en qué momento podríamos hacernos una escapada con el resto de la pandilla. La excusa, ahora, está servida: la ciencia confirma que viajar con amigos mejora la salud.
Según un estudio de Harvard, pasar tiempo de calidad con los amigos y forjar relaciones fuertes reduce el riesgo de contraer enfermedades. En palabras de los expertos, pasar el rato con el resto de integrantes de nuestro grupo de amigos es una manera tan útil como cualquier otra de cuidar de nuestra salud.
De hecho, gozar de este tipo de relaciones sanas y conexiones sociales que nos aportan tanto, además de ser algo placentero, influye en actividades como el sueño, dándonos, incluso, la tranquilidad necesaria para dormir mejor. También, sin darnos cuenta, gracias a estar en este estado, llevamos una mejor dieta.
La explicación se encuentra en las hormonas que segregamos cuando nos encontramos felices, compartiendo alegría y risas con nuestros amigos. En este caso, se trata de la oxitocina, que disminuye el estrés y provoca felicidad y bienestar.
En la otra cara de la moneda se encuentra la falta de lazos sociales y afectivos. Estos se asocian con depresión y deterioro cognitivo cuando se es algo más mayor.
Además, el estudio examinó datos de más de trescientas mil personas entre los que concluyó que la ausencia de relaciones estrechas aumentaba el riesgo de muerte prematura en un 50%.
Así que ha llegado el momento de que miremos por nosotros mismos. Esta vez, de verdad, no como todas las veces que dijimos que lo haríamos y, después, no ocurrió… ¡Hay que aprovechar! Ahora solo queda compartir esta información por el grupo de chat de los amigos, convencerlos de viajar juntos próximamente y desenfundar las maletas. ¡Buen viaje!