Ya sea por un cumpleaños, una celebración o simplemente por diversión, celebrar una fiesta puede dar lugar a un momento inolvidable de risas y excelentes anécdotas, especialmente si se trata de una de disfraces. Este tipo de fiestas son, como habréis podido comprobar las que hayáis asistido a una, las más divertidas de todas, ya que nunca sabes cómo puede terminar la noche. Además, los elementos principales, que son los disfraces, siempre serán de lo más variados, pues no son pocas las que acuden siempre con los típicos disfraces para mujer mientras otras intentan sorprender al resto de invitados con disfraces de lo más originales.
Sin embargo, si lo que queréis es hacer una fiesta de disfraces que nadie olvide es necesario realizar algunos preparativos para que esto ocurra, sobre todo si queréis sorprender. Recuerda que los pequeños detalles son los que en la mayoría de las ocasiones marcan la diferencia.
Lo primero que debéis hacer es decidir es qué tipo de fiesta de disfraces queréis hacer, es decir, la temática. En el caso de que sea elección libre, la gente se presentará con los disfraces más dispares pero si, por el contrario, se establece una temática, los invitados deberán seguir esa línea para no desentonar. Además, todos los elementos de la fiesta deberán girar en torno al tema seleccionado.
Esto quiere decir que tanto el vestuario como la comida, la música y la decoración deben seguir la misma temática. Por supuesto, si la fiesta se va a realizar en una época como Halloween, carnaval o navidad no hace falta darle muchas vueltas al tema. Por otra parte, una vez seleccionado el tema, es hora de prestar atención al resto de los elementos de la fiesta de disfraces.
En primer lugar, las invitaciones. Aunque gracias a internet y las redes sociales es muy fácil ponerse en contacto con todas las personas al mismo tiempo, sería interesante preparar unas invitaciones divertidas que sorprendieran a la gente y si estas fuesen en papel muchísimo mejor. En ellas hay que especificar el lugar, la hora y la temática de la fiesta haciendo especial hincapié en la necesidad de ir disfrazado. En cuanto a la decoración, puedes sorprender a tus invitados ambientando el lugar por completo incluida la entrada para así meteros de lleno en el momento.
La comida y la bebida, por otro lado, son indiscutiblemente dos de los puntos más relevantes de toda la fiesta junto con la música. Lo más recomendable es disponer de una gran variedad de opciones para así satisfacer los gustos de todos los invitados y que todos acaben contentos. Una buena opción sería contratar a un catering y pedirles que personalicen los distintos platos con diseños originales que mantengan la esencia de la fiesta.
Para que una fiesta sea un éxito, el buen ambiente y algunas actividades divertidas no pueden faltar. La música es una de ellas así que una opción podría ser instalar un karaoke con canciones conocidas y hacer una competición entre equipos, por ejemplo. Los típicos juegos de mesa también suelen ser bastante bien acogidos por todos para echaros unas risas. Además, puedes montar un photocall con adornos personalizados que se ajusten a la temática y dejar que los invitados se lo pasen genial haciéndose fotos de recuerdo. Eso sí, no te lo olvides de lo más importante: la elección de un disfraz original que sorprenda y cause sensación.