He perdido la cuenta de los talleres, conferencias y encuentros varios sobre tecnología a los que he asistido desde hace la friolera de veintitrés años. Al principio era un mundo cerrado, muy cerrado, porque los ordenadores estaban valorados en cientos de miles de las entonces pesetas y el modo de acceso más rápido eran enormes revistas mensuales o trimestrales, dirigidas a esa nueva especie emergente que éramos los frikis de la tecnología.
Por aquel entonces aún no había detectado un fenómeno que luego fui comentando con otros compañeros en los encuentros habituales en torno a la informática: La ausencia de la mujer en las aulas de informática, y por lo general en cualquier encuentro con base tecnológica. Estamos hablando, con datos de la BBC, de un 80% de varones frente a un 20% por ciento de mujeres.
Es muy llamativo este hecho teniendo en cuenta que las mujeres suponen el 70% por ciento del personal docente de los colegios e institutos. La tecnología hoy en día lo abarca todo mientras que la educación sufre un pavoroso estancamiento, no achacable a la mujer, claro está, sino al sistema.
Más exclamativo es aún que las primeras programadoras destacadas fueron mujeres, toda una sorpresa hasta para los que conocen bien el sector informático.
En los últimos años las mujeres se han convertido en consumidoras de tecnología a la par del hombre, sin embargo su presencia sigue siendo reducida al otro lado de la pantalla. Como usuarias las mujeres crean tendencias y si bien no se puede hablar de redes sociales exclusivamente femeninas en rigor, salvo tal vez Pinterest, las mujeres son el objetivo participativo de cualquier creador de contenidos para Internet.
Podríamos decir en conclusión, que lo que aún no se ha conseguido en presencia en las aulas más técnicas o en los puestos más elevados de las empresas tecnológicas, aunque va en creciente aumento, lo están consiguiendo las mujeres como consumidoras de contenido online. Esto hace derivar a la industria de Internet hacia una feminidad que está aportando un nuevo mundo de emociones volcadas sobre la tecnología. Esta acción va a tener como consecuencia un equilibrio más justo en los contenidos y probablemente una Internet y objetos tecnológicos mejores.
Como ejemplo os hablo de tres aplicaciones dirigidas sólo a mujeres que pueden ayudarte en tu día a día en distintas circunstancias.
La pregunta que se planteó con el nacimiento de esta aplicación fue: ¿Puede una app sustituir a la píldora como anticonceptivo?
Una aplicación para móvil afirma que es tan eficaz a la hora de prevenir embarazos no deseados como el compuesto químico.
Imágenes extraídas de su web
Basado en el calor corporal, esta aplicación creada por la prestigiosa científica Elina Berglund, que ya tiene más de cien mil usuarios, viene a indicar con bastante exactitud los días fértiles de la mujer y los que no hay riesgo de embarazo no deseado. El calor corporal es un método natural anticonceptivo usado desde los años cincuenta y ahora la tecnología se pone a su servicio como soporte para la mujer que no quiere control hormonal farmaceútico u objetos en su cuerpo destinados a la concepción no deseada. Cuenta con científicos muy reputados a favor y otros que están evidentemente en contra.
Siempre puede una juzgar por sí misma por unos cinco euros al mes. Aconsejo leer este artículo si quieres más información-> aquí
Baby Bump
Si ya estás embarazada la aplicación que no debe faltar en tu móvil es esta. Con ella puedes planificar tu parto, llevar estadísticas, los controles médicos y muchas prestaciones más. Según The Time es una de las diez mejores aplicaciones de salud. Dicho está. Si te la quieres descargar-> aquí
Circle of 6
El gobierno de Estados Unidos felicitó a los creadores de esta aplicación tan original y funcional, que ayuda a las mujeres a sentirse más seguras cuando vuelven solas a casa o salen de noche. Esta app te permite nombrar a 6 personas para que, en caso de que no contestes durante mucho rato, puedan avisar de que te ha pasado algo. Permite también el envío de un sms reprogramado para que sea fácil de enviar a las seis personas designadas, en él se incluye tu localización. Evidentemente también pueden usarla hombres, aunque las usuarias de manera mayoritaria son mujeres.
Prácticamente lo más a salvo que te puedes poner gracias a tu teléfono. Una pega, su versión es exclusivamente en inglés.
Imagen extraída de indiegogo
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