Algo ha cambiado en el siglo XXI en cuanto a la percepción del lujo. Hemos visto en los últimos años como ya no se trata tanto del lujo basado en los objetos, sino del lujo de la experiencia, de crear emociones y sensaciones, algo en lo que trabajamos especialmente las profesionales de La Albaida.
El término “lujo” ya no responde a alardear de consumo, ya no es necesariamente algo caro a lo que únicamente tienen acceso unos pocos. De la apariencia a la vivencia. Porque el lujo como antes lo conocíamos se manifiesta, en tiempos de crisis, insultante. La ostentación y el brilli-brilli resultan fuera de lugar en un mundo azotado por dificultades de distinta índole.
También, en el interiorismo de hoy en día, el lujo está presente con un lenguaje muy diferente al de estéticas pomposas de otras épocas. Es un tipo de lujo, valga la redundancia, poco lujoso según ideas preconcebidas. Un lujo natural, orgánico. Basado en la experiencia y el disfrute del espacio que habitamos. Que busca marcar la diferencia, pero poniendo el foco en el estilo de vida. Se trata de centrarse en lo esencial, en lo que no es efímero ni superfluo…
El lujo también es anteponer la funcionalidad y la comodidad al espectáculo
Nuestro concepto de “lujo” habla de una atmósfera equilibrada y una sensación espacial de amplitud, tranquilidad y confort. Y tiene la sencillez como consigna. Elegancia sin artificio, mezclas relajadas. Habla de placeres sensoriales como el tacto de los materiales naturales y los tejidos de calidad, simples y sensuales, que logran espacios auténticos donde no hay hueco para lo prefabricado. El lujo también es anteponer la funcionalidad y la comodidad al espectáculo.
La exclusividad nos hace a todos sentir especiales
Pero también es lujo la personalización, el poder diseñar y producir una pieza para poder adaptarnos totalmente a las necesidades del cliente y del proyecto, en cuanto a medidas, acabados, tejido a emplear. Y esto nos habla de exclusividad. La exclusividad nos hace a todos sentir especiales.
Para nosotros cada proyecto es único, lo cual requiere de un proceso de reflexión y búsqueda, pero nos permite tener un interiorismo personalizado, adaptado totalmente a los gustos y necesidades de cada cliente.
Otro concepto que nos conecta con el nuevo sentido del lujo es la artesanía. La artesanía es parte esencial del nuevo lujo porque nos habla de calidad y de cuidado en los detalles. Es también autenticidad, conexión con lo real, con lo humano. Son esas piezas que te cuentan una historia, que nacieron de los sueños y de las manos de alguien que con esfuerzo logró su elaboración.
La artesanía es parte esencial del nuevo lujo porque nos habla de calidad y de cuidado en los detalles
En definitiva, el nuevo lujo se vive, no se exhibe, y se manifiesta en lugares habitables, sustanciales y reflexivos, donde nada ha sido descuidado y donde se persigue la búsqueda del equilibrio y del bienestar emocional. Ahora, más que nunca, el lujo es una experiencia.
Equipo de interioristas de la La Albaida |