El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta hasta el 22 de abril la muestra Stephan Balkenhol, comisariada por Fernando Francés. Balkenhol, que lleva más de diez años sin exponer en un museo en España, utiliza la madera como material principal para crear sus personajes cotidianos, manteniendo en sus esculturas las marcas del proceso de la talla directa.
Más de una treintena de esculturas conforman la exposición, una selección de los trabajos más significativos realizados en los últimos años por el artista alemán.
“Mis esculturas no cuentan historias. En ellas hay algo secreto. No me corresponde a mí revelarlo, sino al espectador descubrirlo”
El artista crea una realidad propia que el espectador trata de descubrir en su obra: “La noción de realidad cambia de siglo en siglo, pero siempre hay una búsqueda de esa realidad, de cómo el hombre la percibe en cada momento. Cada individuo o cada sociedad perciben el mundo de distinta manera y es siempre su forma de verlo la única realidad que existe para ellos, o quizá el deseo de lo que cada uno quiere entender por realidad. Puede que el deseo sea la única realidad”.
Entre sus referencias: la historia del arte, el cine, la fotografía, la sociedad, la religión, la cultura, la muerte, el sexo, los animales, las imágenes icónicas y legendarias, etc.
Para Fernando Francés, director del CAC Málaga, Stephan Balkenhol “es uno de esos escasos escultores que ha sabido moverse en la frontera de lo moderno y la vanguardia más comprometida siendo al tiempo respetuoso con la herencia de la escultura tradicional y clásica. Su posición es difícil y tan original que me resulta complicado hallar artistas que hayan conseguido ese mismo nivel de equilibrio, honestidad e interés desde el pensamiento contemporáneo. Su nombre debe equipararse a los de Alberto Giacometti, Julio González y Georg Baselitz en su actitud y en su capacidad para hacer nuevo algo que, en realidad, siempre ha existido”.
Balkenhol trabaja la madera desde su infancia, en ella crea personajes, generalmente hombres y mujeres anónimos, con frecuencia se dejan ver de pie y vestidos de forma corriente. Sus posturas y apariencia son triviales, mudas y también misteriosas. Elementos tan caprichosos como la posición de las manos, la altura de los hombros o la inclinación de la cabeza se convierten en las claves ocultas que sugieren la relación de estas figuras entre sí y con el espectador.
Artista figurativo muy vinculado a los cánones minimalistas, muestra sus personajes cotidianos, sus animales, solitarios o en grupo, y le caracteriza una forma especial de “tallar” la realidad. Busca todas las posibilidades de la escultura figurativa, pero siempre bajo un camino, línea o estilo coherente con su pensamiento. Las huellas, como las virutas, siguen siendo visibles: no se alisa y pule, sino que la superficie permanece viva y abierta.
La pintura consigue que se olvide hasta del propio material y hace que las esculturas aparenten ser más reales y vivas. Recientemente utiliza la en la mayoría de sus obras madera de wawa para crear sus personajes cotidianos, suele mantener en sus esculturas las marcas del proceso de la talla directa. Juega especialmente con las texturas, sobre todo contrastando la aspereza del desbaste con la finura del pulido. Son maderas astilladas, heridas con las marcas de la herramienta y en las que vemos la huella del proceso de creación. Maderas policromadas en las que el color ayuda a delimitar las formas.
Relief Frau dunkler Hintergrund, 2017 Fotografía:Ulrich Ghezzi
Tras diez años sin exponer en ningún museo de nuestro país, tenemos la oportunidad de visitarlo en Málaga hasta el 22 de abril. La entrada a CAC Málaga es libre.
Fotografías: Museo y Agencia Punto Press