Ayer, el recinto Marenostrum Fuengirola vibró al ritmo de Jennifer López, que hizo parada en la ciudad dentro de su gira mundial Up All Night: Live in 2025. El concierto, inicialmente previsto en el Estadio de Atletismo de Málaga, se trasladó a última hora a la costa fuengiroleña por cuestiones logísticas. Una decisión que no impidió congregar a unas 14.000 personas en uno de los espectáculos más esperados del verano.
Un espectáculo vibrante, a pesar de los contratiempos logísticos y meteorológicos
Retrasos por viento y una espera tensa
La jornada no estuvo exenta de dificultades. Fuertes rachas de viento obligaron a retrasar la apertura de puertas —prevista para las 19:45 h— hasta pasadas las 21:30 h. Jennifer López apareció finalmente en escena a las 22:48 h, generando cierta inquietud entre el público, aunque la organización priorizó en todo momento la seguridad del evento.
Una puesta en escena de alto impacto
Una vez iniciado, el espectáculo no defraudó. Con un despliegue técnico de alto nivel —pantallas LED, plataformas móviles, cuerpo de baile extenso y un vestuario de lo más dinámico—, JLo reafirmó su estatus como artista global. Las coreografías, algunas dirigidas por el reconocido bailarín Derek Hough, acompañaron a un repertorio lleno de energía.
Éxitos conocidos y estrenos con sabor latino
Aunque el setlist definitivo no ha sido publicado, el concierto incluyó temas emblemáticos como On the Floor, Dance Again, Ain’t Your Mama y Jenny from the Block, que provocaron momentos de euforia colectiva. También sonaron nuevas baladas como Wreckage of You, ya interpretada en fechas anteriores con estética flamenca, y que en Fuengirola añadió una capa emocional al espectáculo.
Carisma y cercanía con el público
Más allá de la producción, Jennifer López demostró su habilidad para conectar con el público. Alternó momentos de intensidad coreográfica con otros de voz íntima, y no faltaron referencias a su herencia latina, reforzando ese vínculo cercano que tantos fans valoran.
Un sello imborrable en la Costa del Sol
A sus 56 años, Jennifer López sigue reinventando el espectáculo musical con una combinación de fuerza escénica, sensibilidad y carisma. La noche en Fuengirola fue más que un concierto: fue una celebración del pop latino en uno de los escenarios al aire libre más atractivos de Europa. A pesar del retraso, el público se rindió ante una artista que sigue marcando el ritmo.
Fotografias: Lorenzo Carnero