El Museo del Patrimonio Municipal de Málaga rescata del olvido a Emilia Rebollo con la exposición temporal “Una artista malagueña de la tapicería y el estarcido en el siglo XIX”. La muestra se puede contemplar de manera gratuita hasta el 28 de abril.
La colección está compuesta por 20 obras originales, entre las que podemos encontrar cuadros de tapicería así como muebles, marcos y cuadros elaborados con la técnica del estarcido pero también una muestra de acuarelas y una sección dedicada a los premios y reconocimientos que recibió por su brillante trayectoria artística.
Los hermosos cuadros de tapicería están confeccionados con la técnica del capitoné y están compuestos por motivos geométricos, florales y ornitológicos. Por su parte, el mobiliario, los marcos y los cuadros de estarcido están decorados con composiciones vegetales.
Esta exposición se completa con “Pioneras malagueñas que rompieron barreras”, un ciclo de conferencias dedicado a recuperar la memoria de varias mujeres malagueñas que fueron adelantadas en su época y en su ciudad gracias a su labor y personalidad. La entrada es libre hasta completar aforo.
¿Qué es el estarcido?
Es una técnica principalmente decorativa que consiste en estampar sobre una superficie el dibujo que queda en el hueco de una plantilla perforada, pasando sobre ella un pincel o trapo empapados en pintura.
¿Qué es el capitoné?
Es una técnica de tapizado con “remaches” que se empleaba tanto en los asientos como para forrar por dentro algunos muebles de salón, de manera que el relleno sujeto con botones formara dibujos regulares de relieve. Actualmente se aplica incluso a otros elementos de moda como calzado o bolsos.
Sobre la autora
Emilia Rebollo fue una artista malagueña autodidacta que manejó a la perfección las disciplinas artísticas de la tapicería creativa y el estarcido. Su obra fue expuesta a nivel nacional e internacional cosechando buenas críticas así como premios importantes como los obtenidos en la Exposición Universal de Chicago en 1893 y en la Exposición Universal de París en 1900. Su obra se conserva gracias a sus descendientes y a la Hacienda del Álamo, donde actualmente se custodia y se exhibe.
Redacción: Fran Gallardo Fotografía: Lorenzo Carnero
