La Sociedad Económica de Amigos del País, en pleno corazón de Málaga, acoge la exposición “En clave de sol. Málaga y Elena Laverón”, organizada con el respaldo de Fundación Unicaja. La muestra, que puede visitarse hasta finales de junio, invita a recorrer la obra escultórica de una de las artistas más representativas del panorama contemporáneo andaluz a través de una experiencia íntima y urbana a la vez.
Elena Laverón (Ceuta, 1938) ha construido a lo largo de más de seis décadas una trayectoria sólida, con una producción marcada por el equilibrio entre el gesto escultórico, la armonía formal y una profunda conexión con el entorno. Afincada en Málaga desde 1966, su obra forma parte del paisaje urbano de la ciudad de una manera tan sutil como persistente. Esta exposición propone ahora revisitar ese legado desde una perspectiva envolvente y sensorial.
Un mapa para redescubrir la ciudad
La exposición se articula como un recorrido que trasciende los muros de la sala. Un mapa-guía invita al visitante a localizar las esculturas públicas de Laverón repartidas por Málaga y su provincia, ofreciendo así una lectura expandida de la muestra. Dentro de la sede de la Sociedad Económica —la histórica Casa del Consulado— se presentan piezas en bronce instaladas en espacios como el patio y el zaguán, en un montaje que juega con la luz natural para potenciar los volúmenes y las texturas.
El taller como obra
Uno de los núcleos más originales de la exposición es la recreación del taller de la artista. Allí se exhiben bocetos, modelos en escayola, herramientas y catálogos, junto al torno que aún utiliza, creando un ambiente que permite al visitante asomarse al proceso creativo. No se trata de una escenografía nostálgica, sino de un espacio vivo que subraya la importancia del hacer manual, la experimentación con los materiales y el silencio como parte activa de la creación.
Esculturas sin rostro: una poética del cuerpo
La muestra destaca también por una reflexión estética en torno al lenguaje de la figura humana. Las esculturas de Laverón prescinden del rostro para enfatizar el cuerpo como vehículo de expresión. Esa ausencia no resta identidad, sino que desplaza el foco hacia la postura, el movimiento y la energía de la forma. Una decisión consciente que la artista ha mantenido coherentemente a lo largo de su carrera. La exposición la acompaña con retratos escultóricos y pictóricos que ayudan a comprender mejor esa elección.
Arte, ciudad y ciudadanía
En clave de sol es más que una exposición individual. Es una invitación a redescubrir el arte que habita las calles, a detenerse en aquello que a menudo pasa desapercibido. Es también una oportunidad para recordar que la escultura pública puede ser una forma de diálogo con la ciudadanía: silencioso, constante y lleno de matices.
La entrada es libre, y la visita se presenta como una excelente ocasión para quienes deseen reconectar con el arte desde un enfoque urbano y contemporáneo.
Fotografias: Lorenzo Carnero
