El ciclo Flamenco Patrimonio forma parte del VI Festival de Teatros Romanos de Andalucía, y se trata de una de las novedades de esta edición. Está concebido para favorecer la relación entre el patrimonio monumental andaluz y el Flamenco, patrimonio mundial inmaterial. Concretamente se celebran en Málaga seis de las 22 funciones que pertenecen a este ciclo y que se desarrolla en diferentes teatros romanos de Andalucía.
El bailaor Carrete fue el encargado de abrir el domingo 1 de julio el ciclo en la capital de la Costa del Sol con su espectáculo ‘El Triunfo de Baco’. El día 3 sobre el escenario pudimos disfrutar del baile de la malagueña Luisa Palicio, una de las mejores exponentes de la esencia de la Escuela Sevillana de Baile. Fue premio artista Revelación en el Festival de Jerez de 2015 y Giraldillo Revelación de la XIV Bienal de Flamenco de Sevilla. La artista ofreció al público ‘Biznaga’, un espectáculo que tiene el sello de la dirección artística de Eduardo Leal.
El miércoles 4 fue el turno de ‘Andalucía Cantaora’, protagonizado por el cante de la malagueña Rocío Bazán y de la almeriense Rocío Segura, dos voces de mujer unen sendos territorios flamencos en este recital en el que estuvieron acompañadas por la guitarra de Dani de Morón.
El jueves 5 subirá al escenario Antonio Rey, uno de los guitarristas de mayor proyección de la actualidad, que con su espectáculo ‘Dos partes de mí’ hace referencia a su origen flamenco y su destino paralelo como músico universal. En él honra a sus grandes inspiradores como son Paco de Lucía, Vicente Amigo, Rafael Riqueni y Moraíto Chico y pretende recoger en lenguaje flamenco la sutil belleza del bolero.
El programa continúa el viernes 6 con el malagueño Daniel Casares, que a pocos metros del Museo Picasso Málaga deslumbrará con ‘Picassares’ la forma con la que Daniel Casares da las gracias a Pablo Picasso, su paisano, por el impacto y los cambios que su obra y su genialidad han provocado en su música.
La programación se cierra el sábado 7 con el bailaor Víctor Bravo y ‘Alegoría’, un canto a la belleza, a la felicidad, a la transformación y a la propia vida. Una enseñanza que traslada y muestra el valor de la difícil sencillez, regalando un gesto de esperanza.
Esta iniciativa se puso en marcha en 2013 con el objetivo de recuperar el uso para el que fueron concebidos estos espacios y permite disfrutar de un espectáculo escénico en el ambiente único de un Teatro Romano es una experiencia cultural inolvidable.
Fotografía: Lorenzo Carnero
