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Detrás de un gran Picasso, hubo una gran Olga

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Detrás de un gran Picasso, hubo una gran Olga

El Museo Picasso Málaga presenta la exposición “Olga Picasso” que da a conocer la figura y la vida de Olga Khokhlova, primera esposa de Pablo Picasso, y su influencia en la obra artística del pintor. La muestra es fruto de un intenso trabajo de investigación basado en el contenido del baúl de viaje de la bailarina rusa y podrá visitarse hasta el 2 de junio. Además, estará acompañada de innumerables actividades en paralelo.

 

El baúl de Olga fue heredado por Paulo, el único descendiente que tuvo con Picasso, y actualmente pertenece a la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA), fundación de su nieto, que ha querido rescatar la historia olvidada de su abuela y su importante papel en la vida y obra de Picasso, a pesar de que él no pudo conocerla porque nació tras su fallecimiento. Su padre raras veces hablaba de ella, aunque a veces practicaba delante de él algunos pasos de ballet que ella le había enseñado. Precisamente esa fascinación por su desconocida abuela fue lo que le llevó a indagar más sobre su figura.

Aproximadamente 350 objetos, incluyendo pinturas, obras en papel, fotografía, cartas, documentación y películas, algunas inéditas filmadas por Olga y Picasso, serán mostradas en esta exposición donde se repasará también la vida en común con Picasso, las obras del pintor durante su matrimonio o relacionadas con Olga y el contexto sociopolítico que influyó en las circunstancias personales de la pareja.

Fotografías que muestran las vivencias y viajes compartidos de sus abuelos y los talleres de Picasso. Cartas en francés y más de 600 cartas en ruso que su nieto Bernard mandó traducir para conocer más a fondo la historia de su abuela y de su familia, que se quedó en plena Guerra Civil en Rusia mientras ella vivía acomodada en Francia. Sus atuendos de danza: zapatillas, tutús, programas de ballet. Objetos personales como un crucifijo o la biblia ortodoxa en ruso. Era lo único que le quedó tras separarse de Picasso.

Se trata de un proyecto itinerante organizado por el Musée National Picasso-Paris en colaboración con la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte y con El Corte Inglés.  Primero se mostró en el Museé National Picasso-Paris; después, en el Museo Pushkin de Moscú, y cuando finalice su estancia en el Museo Picasso de Málaga, será presentada en CaixaForum Madrid desde el 18 de junio al 22 de septiembre.

 

Actividades paralelas

El Museo Picasso Málaga ha editado una publicación en español, que tiene también una edición en inglés, con más de 300 páginas ilustradas con documentos de la exposición y con textos de su nieto Bernard Ruiz-Picasso, entre otros.

Esta exposición será también el tema central de las visitas guiadas tituladas “Charlas en el Museo”. Comenzaron el sábado 9 de marzo con «Un día en…Olga Picasso», una jornada con actividades enfocadas para disfrutar del arte en familia, jornada que volverá a celebrarse el primer sábado de junio.

Además, el Museo Picasso Málaga acogerá algunas de las sesiones de un seminario sobre Picasso y Rusia, en colaboración con la Fundación Picasso Museo Casa Natal y con la Colección Museo Ruso San Petersburgo Málaga.

La música también protagonizará algunas de las actividades planificadas en torno a esta exposición, como el concierto del Dúo Moreno Gistáin el viernes 21 de abril, con un programa protagonizado por los compositores rusos Borodin, Glazunov, Stravinsky y Prokofiev.

Otro proyecto, en colaboración con el Museo Pushkin, abordará un intercambio de correspondencia postal y de acciones artísticas entre escolares de Málaga y de Moscú.

Se llevarán a cabo también otros programas educativos, como el dirigido a la población migrante, con sesiones que profundizan en la importancia de contar historias del lugar de origen en el hogar de acogida.

En marzo y abril se ofertarán cursos de grabado calcográfico para adultos en español y en inglés.

 

Olga Khokhlova

Hija de un coronel de la armada imperial rusa, Olga Khokhlova (Nezhin, Ucrania,1891– Cannes, Francia,1955) se incorporó en 1911 a los Ballets Rusos, la prestigiosa e innovadora compañía de danza que triunfó en la Europa de principios del siglo XX bajo la dirección de Serguéi Diághilev.

Mientras, su familia, a la que vio por última vez en 1915, vivía los trágicos acontecimientos que se sucedían en Rusia: la revolución de febrero, la abdicación del zar Nicolás II, la revolución bolchevique y la posterior guerra civil.

Conoció a Pablo Picasso en Roma en la primavera de 1917, cuando el artista realizaba los decorados y el vestuario del ballet Parade. Contrajeron matrimonio en París el 12 de julio de 1918 y en febrero de 1921 nació su primero y único hijo, Paulo. La pareja se separó en 1935, aunque continuaron casados hasta la muerte de ella en Cannes, en el año 1955.

Durante unos años en los que la soledad y el dolor derrotaron su ánimo, la bailarina rusa continuó enviando cartas hasta su fallecimiento en 1955  al que seguía considerando, tanto ella como la ley, su marido.

 

«Época Olga» en la obra de Picasso

Desde su primer encuentro, Olga influyó enormemente en la obra de Picasso convirtiéndose en la modelo predilecta del artista y en la figura femenina más representada por el pintor entre 1910 y 1920.

Los numerosos retratos de corte clásico muestran cierto retorno a la figuración. Picasso la representa bajo una línea fina y elegante, influencia de Ingres, de manera melancólica y pensativa, a menudo sentada, en un ambiente doméstico, leyendo o escribiendo, alusión, sin duda, a la correspondencia que ésta mantiene con su familia, gravemente afectada por las trágicas circunstancias que asolan Rusia.

Olga inspiró numerosas escenas de maternidad, plasmadas con una ternura  y serenidad desconocidas hasta la fecha en la obra del malagueño, quien retomaba de nuevo su interés por la Antigüedad y el Renacimiento.

Paulo, que era objeto de todas las atenciones de una madre afligida por las noticias que le llegaban desde su país natal, era también orgullo de su padre, quien – de nuevo interesado por el circo como tema e inspirado por los juegos de la infancia – realiza de él varios retratos.

La figura imaginada de Olga se irá metamorfoseando a partir de 1924 conforme se va deteriorando el vínculo entre ellos, aunque siguió impregnando la obra de Picasso hasta su separación e incluso más tarde. A la vez, le influye la convulsa Europa de entreguerras en la que nace el movimiento surrealista, aparece el psicoanálisis freudiano y se despierta el interés por el arte africano.

El encuentro del artista con Marie-Thérèse Walter en 1927 acentúa la crisis del matrimonio que finalmente se separa en 1935. Picasso empieza a representar a Olga de modo inquietante, deformado y hasta brutal, con una violencia que expresa tanto la cólera de los celos como el sufrimiento, mientras que la nueva musa se revela en su obra con toda la energía de la juventud y el erotismo que inspiraban al artista. Además de Marie-Thérèse Walter, también toma como modelos a Dora Maar y a Françoise Gilot.

Dividido entre su deber hacia Olga como esposo y padre de Paulo, y su pasión por Marie-Thérèse Walter (que en 1935 dio a luz a Maya), plasmará su historia personal inspirado por la mitología. Cuando a principios de los años 1930 Picasso se identifica y representa como un minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro, simboliza la complejidad y la ambivalencia de las relaciones que mantenía con las mujeres.

Crucifixiones y corridas de toros, temáticas recurrentes en su obra a principios de esa década, estuvieron íntimamente ligadas a la dolorosa experiencia de su vida conyugal. La corrida refleja la violencia del combate, en ocasiones reducida a la lucha entre el toro y el caballo, y podría interpretarse como la lucha entre lo masculino y lo femenino.

Redacción: Fran Gallardo  Fotografía: Lorenzo Carnero

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