Hasta el 21 de enero podemos visitar en el Museo Ruso de San Petersburgo la muestra ‘Alexéi y Andreas Jawlensky: la aventura del color’.
Contemporáneo, correligionario y amigo de Vasilly Kandinsky, Gabriele Münter, Paul Klee y otros famosos artistas de las primeras décadas del siglo XX, Alexéi Jawlensky inició su camino como creador en Rusia, estudió junto con Iliá Repin y admiró los lienzos de Valentín Serov, Konstantín Korovin y otros maestros del realismo y del impresionismo.
Su obra se expone en el recinto junto a obras de otros de sus coetáneos suyos rusos, si bien ya a finales de la década de 1900 el artista recibió influencias de lo más variadas, con la particularidad de que continuó siendo un artista totalmente original e inconfundible en cuanto a su estilo y temática.
Su obra está inspirada en la realidad, la naturaleza, y las personas de las que refleja en los rostros sus estados de ánimo y sentimientos. Pero Jawlensky casi nunca se limitó a reproducir la realidad visible. El artista transformaba todo en color, un vehículo para transmitir.
En el último periodo de su vida, interesado en la pintura de iconos, creó un ciclo de obras inspiradas en el arte religioso. Ahora tenemos la oportunidad de visitar su muestra en Málaga.
Fotografía: Lorenzo Carnero