A menudo pensamos en la cocina o el salón como únicos espacios de socialización de la familia. Sin embargo, otra de las estancias en las que es posible pasar tiempo en familia es el estudio. Se trata de un cuarto pensado para trabajar, leer, escribir… que puede usar toda la familia. Crear este espacio de estudio no tiene por qué ser una tarea muy laboriosa, la clave es contar con un buen escritorio para ordenador, unas sillas, organizadores y mucha creatividad para decorarlo a nuestro gusto.
Son muchas las ventajas de contar con un espacio común para estudiar. Una de ellas es la comodidad para hacer un seguimiento de las tareas de los más pequeños. Al trabajar en el mismo espacio, es más fácil que nos trasladen las dudas que les surjan al realizar sus deberes. Así mismo, si nos ven trabajando, es posible que se animen a acompañarnos leyendo o haciendo alguna actividad académica. De esta forma estaremos inculcándoles hábitos de estudio y de formación intelectual.
En este artículo traemos algunos de los aspectos que debemos cuidar a la hora de crear nuestro pequeño estudio.
Escoger una mesa adecuada
La mesa de trabajo es el elemento clave de nuestro estudio. Esta debe adaptarse a las necesidades de toda la familia ya que, de lo contrario, la falta de comodidad hará que cada miembro se instale en distintos sitios de la casa para satisfacer sus necesidades particulares y nuestro estudio perderá su función.
La disposición de la mesa es también clave, ya que permitirá o obstaculizará la comunicación entre los usuarios. Una buena idea puede ser contar con una gran mesa rectangular, de tal forma que cada miembro pueda contar con su propio espacio. Otra posibilidad es también hacerse con dos mesas. Esta es una solución recomendable para aquellas familias en las que los niños sean pequeños y necesiten un espacio propio dentro de la habitación.
Cuidar el asiento
Las sillas también son elementos que debemos escoger con cuidado. Al pasar varias horas sentados, es fundamental optar por sillas ergonómicas que cuiden nuestra postura y nos ayuden a evitar dolores de espalda y problemas de circulación.
Una buena opción puede ser incorporar reposapiés para así mantener las piernas en una buena posición. Es preciso prestarles especial atención a los asientos de los más pequeños, ya que, a menudo, las sillas normales pueden resultarles demasiado bajas para poder trabajar a la altura de la mesa. Una posibilidad es hacerse con cojines especializados para esta situación.
Valorar la instalación de elementos de almacenaje
Al ser un espacio que va a compartir toda la familia es fundamental mantener un orden. Las estanterías son clave para guardar los libros de consulta, sin embargo, puede ser preciso también contar con el servicio de cajas y archivadores para que cada miembro pueda guardar sus pertenencias. En la medida de lo posible, es importante mantener cerca los organizadores para poder acceder a ellos sin necesidad de tenernos que levantar cada vez que los necesitemos. De esta forma evitaremos distracciones.
Hacer acogedor el estudio
La decoración es fundamental para que la familia se sienta cómoda en el estudio. Para eso, es recomendable que participen en esta tarea todos los miembros, aportando cada uno su perspectiva.