Cada vez tenemos más tendencia a interesarnos por los productos que compramos, de dónde vienen, qué contienen, cuáles son su componentes…. Lo hacemos con todos, pero sobretodo con los cosméticos u otros productos, como las protecciones solares, porque van a estar en contacto con nuestra piel. Sin embargo, ¿nos hemos parado a pensar si esos productos son buenos para el medioambiente? Sería positivo empezar a utilizar productos ecológicos que además de cuidar nuestra piel cuiden el medioambiente.
Esto principalmente surge a raíz de la preocupación por la salud, ya que muchos productos contienen componentes que no son realmente buenos para nuestro cuerpo. Pero debemos preocuparos también por nuestro entorno ya que este influye también en nuestra vida diaria. Un estudio publicado en la revista científica Plos One asegura que cada verano se vierten al mar entre 6.000 y 14.000 toneladas de protectores solares en nuestros océanos, y si los componentes de los mismos son dañinos para el mundo marino, acabaremos por destruirlo.
«Se vierten al mar entre 6.000 y 14.000 toneladas de protectores solares en nuestros océanos»
Teniendo en cuenta que 2 terceras partes de nuestro planeta está conformado por los océanos, imaginaos el impacto que podría tener en la vida que los ecosistemas submarinos se destruyesen. De hecho, los corales, que son la principal fuente de biodiversidad, tanto de los mares como del planeta – podríamos decir que son las selvas submarinas –, están desapareciendo. Esto podría tener un impacto muy negativo en el planeta, entre otros motivos, porque se encargan de gestionar el CO2 haciendo que este desaparezca.
Pero, ¿qué podemos hacer nosotros como individuos para evitarlo? Los cambios no se hacen de la noche a la mañana, eso ya lo sabemos. Pero también sabemos que los granitos de arena forman montañas y entre todos, podemos ayudar a que este problema, aunque no desaparezca, al menos disminuya.
Pensar que existen fórmulas cero dañinas para el medioambiente hoy en día es una utopía. Sin embargo, existen protectores solares que reducen notablemente el uso de los ingredientes perjudiciales, haciendo así que se reduzca el impacto. Además evitar estos componentes es a su vez positivo para tu salud y la de tu familia ya que, si no es bueno para el resto de seres vivos, lo más probable es que para ti tampoco. Por eso, selecciona un protector solar que no los contenga.
«Debemos evitar conservantes, aditivos y perfumes»
Para poder elegir un protector solar “ecológico” es necesario saber cuáles de los componentes que lo conforman son perjudiciales para el medioambiente. Algunos de ellos son los conservantes y aditivos que se añaden a las recetas de estos productos y que, normalmente, aparecen con los siguientes nombres: parabens, pthalates, triclosan y microbeads (microplásticos).
Por otro lado los químicos también repercuten y por ello debemos evitarlos: Oxybenzone, Octinoxate, Octocrylene, PABA (Aminobenzoic Acid), Enzacamene, Octisalate, Homosalate y Avobenzone. Ten en cuenta que cualquier perfume añadido, contendrá alguno de estos químicos.
Comprueba siempre por ti mismo los ingredientes porque, desgraciadamente, hoy en día existen muchos productos etiquetados como naturales, bio u ecológicos, que en realidad no lo son. Esto ocurre porque las normativas no se ajustan tanto como deberían, y hasta que no existan leyes que prohíban la utilización de este tipo de ingredientes, no serán efectivas.
¿Y qué hago con los protectores solares que ya tengo? Como es obvio, tirarlos no iba a solucionar nada. Lo único que puedes hacer es evitar utilizarlos en la playa. Úsalos en piscinas o para salir a la calle. Sí, ya sé que al final todo acaba en el mar, pero así al menos la contaminación será de forma indirecta y puede que parte de ella, acabe siendo eliminada con los tratamientos que se le dan al agua.
«Utiliza la cantidad justa y extiéndelo bien, espera a que tu piel lo absorba»
Por último, debes tener en cuenta que los pequeños gestos también influyen. No es necesario echarse todo el bote de protector solar para protegerse de los rayos dañinos del sol. Haz un uso responsable de él. Utiliza la cantidad justa y extiéndelo bien, espera a que tu piel lo absorba y entonces, solo entonces, báñate. Si te sumerges en el agua justo después de aplicarte la crema, esta se diluirá en el agua y no solo contaminaras mucho más sino que además tu piel no estará protegida.
Esto de cuidar el medioambiente es un gesto que conlleva esfuerzo ya que supone cambiar hábitos que hemos afianzado durante mucho tiempo, pero a veces, los pequeños cambios puedes evitar catástrofes. Además, cuanto más concienciados estemos, más evitaremos este tipo de productos haciendo así a su vez que, al no venderse, se eliminen de la industria.
