Llegar a Bioparc Fuengirola es experimentar un cúmulo de sensaciones que te transportan a la infancia. El entusiasmo empieza a recorrer tu cuerpo cuando contemplas la sorprendente fauna que se esconde en este «minimundo» que alberga varios ecosistemas. Los sentimientos más humanos afloran gracias a la ternura y a la fascinación que despiertan los animales en nosotros. Hoy nos adentramos en el parque para conocer a Buu, una gorila recién llegada desde Inglaterra. ¿Nos acompañas en esta aventura?
Recorrer Bioparc significa viajar hasta lejanas y dispares zonas del planeta sin moverse del sitio. La oportunidad de adentrarse en exóticos continentes como África o Asia, en la singular zona del Indo-Pacífico o en la original isla de Madagascar, hace que sea una experiencia única. En esta ocasión nos dirigimos al continente africano, donde nos espera Buu, una gorila recién llegada al parque. En el recorrido disfrutamos de pintorescos animales que sería imposible conocer de otra manera.
La historia de Buu: de Chessington a Fuengirola
Buu es una joven gorila de 20 años que llegó en diciembre desde el zoo de Chessington (Londres) para instalarse en Bioparc Fuengirola. Es la primera gorila hembra en edad reproductora que acoge este parque zoológico malagueño. De esta manera, Bioparc Fuengirola se convierte en el único parque de Andalucía y en uno de los 5 de España que contribuirán al Programa de Conservación Europeo del gorila de llanura. Entre marzo y abril tienen previsto acoger a una segunda hembra joven llamada Wefa, de 8 años. Pero antes vamos a conocer a Buu.
Los animales y su bienestar son lo más importante, para ello es crucial el papel que juegan los profesionales que a diario se encargan de ellos. Javier Vicent fue el encargado de viajar hasta Chessington para conocer y traerse a Buu y no había mejor persona para presentárnosla y relatarnos la historia de esta primate recién llegada a Bioparc. Según nos cuenta, el proceso de traer un animal nuevo al parque no es tan fácil como pudiera pensar la mayoría de personas ajenas a este mundo.
“Los animales no son nuestros, no son una propiedad, es una cesión”
Buu nos recibe tranquila. Ya está totalmente integrada a su nueva vida. Pero llegar hasta eso ha supuesto un largo recorrido en el que garantizar su bienestar ha estado todo el tiempo en el punto de mira.
Es el Programa Europeo de Especies en Peligro el que decide y supervisa que las condiciones del parque se ajustan a la perfección para recibir al animal. Bajo su supervisión y recomendaciones se realiza todo el proceso desde que se solicita hasta que el animal está totalmente integrado.
Una vez que la primera inspección se realizó con éxito y la cesión se aprobó, Javier se trasladó al parque emisor durante una semana con la misión de que Buu se familiarizara con un cuidador del nuevo parque de acogida. Era el encargado de proporcionarle el alimento y también de acompañarla durante el traslado. Que Buu lo fuese conociendo era importante para que fuese ganando en confianza.
El mimo que se emplea es similar al que emplean los padres cuando los hijos se incorporan a la guardería y tienen que pasar por el proceso de adaptación. Por ese motivo, un cuidador de Chessington se trasladó los primeros días con Buu hasta Bioparc Fuengirola para que la gorila se fuese habituando al nuevo medio y no fuese algo traumático. Este proceso se realiza con todos los primates superiores o simios: gorilas, orangutanes, chimpancés, bonobos y gibones.
Al principio, Buu, al igual que el resto de los animales nuevos que llegan, se acomodó en las instalaciones interiores. Unas semanas después le presentaron a sus compañeros. Al primero que conoció fue a Echo, un macho joven de 10 años. Más tarde, le presentaron a Kim, la hembra anciana de 47 años. Y luego se realizó la presentación conjunta entre los 3 congéneres. Al mes de llegar a su nuevo hogar, Buu ya estaba totalmente integrada. Pero no siempre es así, ya que a veces pueden surgir conflictos con el recién llegado. Por eso, el contacto se hace de forma gradual y supervisada.
Vicent incide en la importancia de los parques zoológicos como espacios vitales para la conservación de las especies en peligro de extinción. Frente a las críticas que están suscitando estos espacios en los últimos tiempos, él nos dio las claves de la necesidad de su existencia:
“Antes de criticar, hay que informarse. Antes que negar su existencia, hay que visitar un zoo como Bioparc, donde por ejemplo la dieta es de calidad y está estrictamente adecuada a cada especie. Tienen cubiertas todas sus necesidades. Los zoológicos funcionan como método de conservación, ya que mantienen un acervo genético libre de endogamia para hacer posible su recuperación y reintroducción. Los animales que han nacido en cautividad morirían en su hábitat natural. Los animales de parques ya no se cazan ni se compran ni se venden, se intercambian entre distintos zoos. Los animales de granja utilizados para la alimentación sí que sufren, no los animales de zoológicos”.
Conociendo más a los gorilas
Todos los primates en África están en peligro de extinción debido principalmente a la caza furtiva y a la reducción de su hábitat natural por la producción masiva de aceite de palma.
Existen dos especies de gorila: el gorila de montaña y el gorila de llanura, que no comparten hábitat ni tienen estilos de vida parecidos.
Los gorilas no se reproducen con individuos de su propia familia y precisamente éste es uno de los problemas para su conservación.
A pesar de su corpulenta apariencia, son completamente herbívoros y comen hojas, raíces, tubérculos…
Aunque tenemos muy interiorizado el cliché del gorila con el plátano, no es recomendable que coman fruta porque son propensos a la diabetes, por lo que los cuidadores los alimentan con verduras.
Aunque los gorilas disfrutan estando juntos y están pendientes los unos de los otros, son más independientes que los chimpancés y no suelen estar pegados ni despiojándose.
Los gorilas son muy pacíficos y los enfrentamientos entre machos son solamente rituales de demostración de poder. No buscan el confrontamiento y tampoco suelen atacar a los humanos.
Los gorilas y el resto de primates superiores no son buenos nadadores.
Parecidos razonables con los humanos
Los antropoideos u homínidos son muy sociales y viven en grupos más o menos grandes.
Los cinco primates superiores o simios (gorilas, orangutanes, chimpancés, bonobos y gibones) carecen de cola, igual que el ser humano, a diferencia de los primates inferiores o monos.
Las crías de gorilas son cuidadas por sus madres y por parientes muy cercanas, como tías y abuelas, mientras que los machos normalmente no se encargan de los cuidados aunque juegan con ellos.
Los chimpancés son omnívoros como los humanos. Los machos se organizan para cazar, crean trampas para engañar a sus presas, que a veces incluso son monos más pequeños, y se reparten el trofeo. También se provocan cruentas guerras entre diferentes tribus por el territorio.
Los bonobos utilizan muchos gestos pacíficos, son más conciliadores y poco guerreros. Su estilo de familia es más parecido al nuestro. Utilizan el sexo también como placer y para reconciliarse y son los únicos primates que lo practican cara a cara, como los humanos.
Redacción y Fotografía: Fran Gallardo
Fotografía de Javier Vicent cedida por Bioparc Fuengirola