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Así ha contribuido el Satisfyer a romper los tabúes sobre masturbación femenina

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Así ha contribuido el Satisfyer a romper los tabúes sobre masturbación femenina

Hablar de masturbación femenina ha sido hasta hace poco un tabú, y hay para quien lo sigue siendo. Mientras los hombres han reconocido abiertamente la búsqueda del placer sexual en solitario, incluso, como una necesidad biológica, a las mujeres nos ha costado hablar de ello. En esto, en las últimas décadas, nosotras hemos ido rompiendo tabúes. Si para las más jóvenes hablar de sexo ha sido algo más natural, para las mayores de 40, quizá por la educación recibida, hablar de sexo con las amigas provoca todavía el sonrojarse y la sensación de que se está hablando de algo casi prohibido, algo que forma parte de la intimidad más estricta.

Primero fueron los tupper sex, después llegó Grey con sus sombras que pusieron luz sobre la literatura erótica femenina a pesar de las críticas que recibió, después las tiendas online, tipo sex shop Sexydream, y por último y definitivo, ha llegado rompiendo todas las barreras el Satisfyer.

Si a estas alturas no sabes qué es el Satisfyer o no has oído hablar de él, posiblemente vivas en otro planeta. El succionador de clítoris se ha convertido en líder de ventas las pasadas Navidades y en una revolución para la sexualidad de las mujeres. Muchas de ellas que pasan esta cuarentena confinadas, y solas, se han decidido a incorporarlo a su vida. Y aunque reconocen públicamente que lo han comprado, que lo usan, y que “es una pasada”, prefieren que cambie sus nombres para este reportaje. Prefieren seguir guardando el anonimato, al igual que al hacer la compra de juguetes sexuales.

El 95 % de ellas reconoce haber hecho la compra online por la privacidad que les brinda hacerlo a través de internet, y para alguna de las que entrevistamos, el Satisfyer ha llegado en forma de regalo de su pareja. De una forma u otra, tenemos que agradecer a este aparato, no solo que haya democratizado el orgasmo, sino que haya facilitado que entre nosotras se hable con más naturalidad de la masturbación. Y eso que no ha desbancado en ventas al clásico vibrador erótico.

 

Edurne, separada, 44 años

Edurne tiene 44 años, pasa la cuarentena sola y en este periodo se ha decidido a comprar el Satisfyer: “Me habían hablado de él mis amigas, pero no me he decidido hasta ahora. Me he comprado el más caro que había para darme el capricho. Ahora que no gasto nada en salidas me lo puedo permitir. El mío es como el Porsche de los Satisfyer”.

«Encontrar pareja ahora mismo no es tan fácil»

Asegura que desde que se separó hace 6 años tiene varios “juguetes” en la mesita de noche: “He ido comprando algunas cosas, porque encontrar pareja ahora mismo no es tan fácil. Empecé por el vibrador, ahora tengo varios modelos. Evidentemente, el sexo no es igual, te faltan las caricias, los besos y todo lo que supone tener una relación sexual con otra persona, pero es una opción fantástica en otros momentos, y más ahora qué no sé qué vamos a hacer los solteros cuando esto pase si hay que permanecer a dos metros de distancia”, asegura entre risas pero también con cierta preocupación por esto último.

«No sé qué vamos a hacer los solteros cuando esto pase si hay que permanecer a dos metros de distancia”

Edurne reconoce que cuando estaba casada nunca hablaba de sexo con las amigas, la liberación en ese sentido, romper el tabú, llegó tras su divorcio y tras comenzar a relacionarse con otras personas solteras: “Al separarme y entrar en otros círculos de amistades, gente soltera o separada antes que yo, descubrí que el tema se trataba con mucha más naturalidad y decidí quitarme esos tabúes y hablarlo con ellos. Hasta nos recomendamos productos”.

 

Rocío Carmona, psicóloga

La psicóloga Rocío Carmona, lleva años apostando por la educación sexual. Cree que es una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra sociedad. A pesar de que los más jóvenes tienen todo tipo de información al alcance de un click, tienen en muchos casos informaciones sobre la sexualidad muy influenciadas por lo masculino y por la pornografía.

Ella es la creadora de Sapiensex, una especie de Trivial que sirve para formarse en una sexualidad sana y para romper muchos mitos: “La sexualidad femenina es y ha sido siempre un tema tabú, algo de lo que no se hablaba y cuando se hablaba se negaba la práctica. No se habla abiertamente de la menarquía, no se plantea la menopausia como un aspecto de salud sino de enfermedad, la menstruación todavía sigue siendo algo que se oculta y ya ni qué decir si estamos hablando del placer de las mujeres.

Sin embargo, desde hace no mucho, los tiempos están cambiando y las mujeres están comenzando a decir que nosotras también sentimos placer y que es importante tenerlo en cuenta. Así es como la industria en este campo se ha dado cuenta que tenía que ponerse “las pilas””.

«La sexualidad femenina es y ha sido siempre un tema tabú»

La psicóloga reconoce que en estos últimos años las mujeres nos hemos abierto a hablar de sexualidad y el Satisfyer ha sido un impulso para ello: “Pocos son los grupos de mujeres que no lo hayan nombrado y hayan mostrado su curiosidad entre risas y miradas cómplices.

Hablar de la masturbación femenina es sacar del oscurantismo el placer que una misma se puede otorgar. Consiste en reconocer que el placer de las mujeres no va ligado a la necesidad de tener un compañero y a ellos les coloca en la tesitura de asumir que no son imprescindibles para placer de ellas y que además no lo saben todo.

Creo que esto supone una gran revolución pero no puedo evitar mostrar mi «sospecha» ante los beneficios de este producto que se muestra como la panacea de la sexualidad de las mujeres.

Si bien es cierto que el clítoris es el único órgano sexual que tenemos los seres humanos con la única y exclusiva función que otorgar placer a quien lo posee y que teniendo en cuenta que la naturaleza no nos da nada porque sí, sino por alguna razón más profunda, creo que no debemos caer en el error de asimilar la sexualidad femenina a la sexualidad masculinizada imperante hasta el día de hoy.

La sexualidad es mucho más que una acción finalista para terminar en un orgasmo. Me encantaría que se mostrara la sexualidad como algo integral a todo el ser, como una forma de descubrirnos, conocernos, y sentirnos en todo nuestro cuerpo y no solo en una parte concreta de él”.

Rocío invita a acariciarse: “Me gustaría que las mujeres y los hombres aprendieron a tocar su cuerpo con sus propias manos, acariciarse, a sentirse a re-conocerse y después a estimularse si lo desean. Y que este placer fuera unido a la erótica, a la fantasía, al placer sin tiempos y sin prisas. Que el placer fuera unido al autoconocimiento y acompañado de la respiración consciente, a solas o en compañía”.

 

Carmen, soltera, 22 años

Carmen está a punto de cumplir 23 años, y no sabe si puede ser representativa de las mujeres de su edad, porque a ella, su madre que es trabajadora social, siempre le ha hablado de sexo para que Carmen tuviese información sobre sexo seguro. “La verdad es que yo lo trato con bastante naturalidad, no sé si porque soy más pasota o porque en mi casa siempre se ha hablado de ello libremente. De la masturbación menos, pero sí de sexo seguro”.

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«No me corto si hay chicos delante»

Entre sus amigas asegura que hay de todo, las que hablan del tema abiertamente y las que son más tímidas y evitan el tema, solo escuchan y hasta alguna que niega que se masturba, aunque ella esto último no se lo cree: “ Yo, la verdad, no me corto si hay chicos delante. Evidentemente te sientes más cómoda si en esa conversación hay más mujeres que participan. No es que nos sentemos a hablar de ello, pero si el tema surge, pues se habla”.

Coincide con Edurne, aunque por edad podría ser su hija, que cuando tienen una pareja estable se habla menos con las amigas de las relaciones sexuales que mantienen. Si es una relación sexual esporádica, la cosa cambia: “Sí que comentamos entre nosotras. Pero cuando tienes novio hay cosas que se dan por supuesta y que te las quedas para ti, o para la pareja”.

 

Lucía, casada, 57 años

Lucía tiene 57 años, está casada, pertenece a una familia tradicional y se considera, para algunas cosas muy conservadora y para otras, no tanto, como para el sexo: “Cuando yo me casé era la época en la que te decían que tenías que casarte virgen. De hablar de sexo, nada, pero ni entre las amigas ni con nadie, y de masturbación mucho menos, era pecado y te podías quedar ciega. Eran las cosas que aquel momento.

«Me he ido liberando con el tiempo»

A España tardó en llegar la liberación sexual de las mujeres. Era algo que no se trataba. Yo me he ido liberando con el tiempo, pero llevo toda la vida con el mismo hombre. Sin embargo a mis hijas me ha costado y me cuesta hablarles de sexo. Es como que me da mucha vergüenza, y eso que una ya es madre y todo. Con mis amigas he hablado del tema por primera vez cuando mi marido me regaló por sorpresa el Satisfyer. Y he descubierto que además de ser conversaciones divertidas, sientan muy bien. Te ríes mucho y te liberan”.

«Mi marido me regaló por sorpresa el Satisfyer»

Esta joven abuela asegura que como en cualquier pareja, sus relaciones sexuales con el tiempo perdieron esa pasión del principio y que eso supuso algún bache importante que finalmente han conseguido superar: “Ya me hubiese gustado a mí pillar esta época. No sé si me hubiese casado tan joven, porque me quedan las ganas de saber qué es estar con más hombres y poder comparar– y se ríe mientras me repite que por favor no ponga su nombre-. Pero las cosas han ido bien, hasta que hace unos años mi libido desapareció por completo. Me daba una pereza tremenda que me tocase y eso puso en peligro nuestra relación.

«Me daba una pereza tremenda que me tocase y eso puso en peligro nuestra relación»

Consultamos a un especialista y nos animó a comprar juguetes sexuales y probar otro tipo de cosas que pusieran erotismo entre nosotros. Y ahí nos plantamos los dos a comprar juguetes en un sex shop, no había tiendas online como ahora. Recuerdo que me moría de la vergüenza con el vendedor, pero nos lo pasamos muy bien. Tenía la sensación de que estaba haciendo una gamberrada.

Ahora muy bien con mi marido, aunque como todo, hay veces que te dejas llevar por los problemas o el cansancio. No es la frecuencia de cuando eres joven, pero no está mal… Para quien tenga problemas con este tema les recomiendo juguetes eróticos y literatura erótica. Los juguetes ahora los compramos en un sex shop online que nos da muchas garantías, también lo recomiendo, se llama Sexydream, y así no paso tanto apuro”.

 

Juande Serrano, psicólogo experto en parejas

«La correcta utilidad de los juguetes sexuales en pareja nos ayudará al conocimiento mutuo»

Por su parte, el psicólogo experto en parejas, Juande Serrano, asegura que ha tenido pacientes que le ponen nombre a su vibrador, y nos habla sobre el uso de juguetes sexuales en pareja: “La correcta utilidad de los juguetes sexuales en pareja nos ayudará tanto al conocimiento mutuo, como a la exploración en pareja para compartir experiencias de placer. Donde se convierta en un elemento cómplice de los encuentros íntimos que haga que la explosión de los orgasmos ofrecidos se convierta en un sincronizado baile de los cuerpos que se comunican en su placer compartido. Siendo un elemento facilitador con nuestra pareja para seguir evolucionando en el crecimiento sexual y en la renovación tan necesaria del deseo por la persona a la que amamos. El Satisfyer nos ayudará al orgasmo y el abrazo nos dará la satisfacción. Ya que, sin duda, al Satisfyer lo que le falta es que abrace antes, durante y después del orgasmo”.

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