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Ana Márquez, una malagueña en la élite del póker

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Ana Márquez, una malagueña en la élite del póker

Estados Unidos es considerado la cuna del póker moderno. Como muchas otras modalidades, el juego de cartas entró en el país por Nueva Orleans de la mano de los colonos franceses. Desde entonces, el póker se ha consolidado como uno de los juegos más populares en el territorio norteamericano. De hecho, la ciudad de Las Vegas acoge cada año las World Series of Poker (WSOP), el festival de póker en vivo más importante y prestigioso del mundo. Sin embargo, fue en Washington D. C., la capital de Estados Unidos, donde Ana Márquez, una de las mejores jugadoras del póker español, encontró su pasión por el juego de cartas.

Fuente: https://www.cardschat.com

Ana Márquez, conocida en el póker online con el nick ‘Nyx86’, nació y creció en la ciudad de Málaga. A los 17 años se marchó a la capital de Estados Unidos para estudiar la carrera de Historia y Económicas. En el último curso, la malagueña decidió tomarse un año sabático para aclararse sus ideas, ya que no sabía sobre qué escribir la tesis. Durante ese periodo de reflexión encontró su pasión por el juego de cartas, debido a que el póker está muy extendido en las universidades estadounidenses. Aunque siempre le había parecido una pérdida de tiempo, uno de sus amigos la convenció de que se trataba de un juego de estrategia. Un día, se sentó al lado de uno de sus amigos y comenzó a fijarse en sus jugadas. Al final de la partida se dio cuenta que sí había estrategia, así que empezó a estudiarlo.

 

La malagueña empezó a leer una serie de libros que sus amigos le habían recomendado. Ese mismo verano regresó a España de vacaciones y comenzó a jugar póker online. A su regreso a Estados Unidos decidió jugar en las mesas de cash en vivo de los casinos de Maryland y Atlantic City. Tal fue su atracción por el póker que escribió su tesis de licenciatura sobre la historia del juego de cartas en la década de 1970. Cuando terminó la universidad, decidió tomarse un año para prepararse el examen de acceso al máster de Historia Militar y también para tomar una decisión sobre su futuro en el póker. Un día, Ana empezó a hacer una lista con pros y contras del póker y los estudios, pero se aburrió y se puso a jugar al póker online. Varias horas después ganó 20.000 dólares en pequeños torneos.

Ese primer triunfo online supuso un punto de inflexión en su vida. Ana comunicó a su madre que se quería dedicar al póker. La malagueña recibió el apoyo de su familia desde el primer momento, aunque estuvo un tiempo ocultándole a su padre esa afición al juego de cartas. A partir de ese momento, la jugadora comenzó a disputar torneos online de forma más profesional, aunque también siguió acudiendo a las mesas en vivo. En el año 2009 disputó sus primeros torneos en vivo, concretamente en los populares festivales Deep Stack Extravaganza del casino Venetian de Las Vegas, en lo cuales consiguió un total de 20.000 dólares en premios. Dos años más tarde, el PCA Bahamas dio el impulso definitivo a su corta carrera como profesional.

 

Ascenso meteórico hacia la élite del póker

La jugadora española viajó a Bahamas, uno de los trece países que forman las Islas del Caribe, para disputar el evento PCA, que reúne a los mejores jugadores del mundo del póker. En realidad, este torneo de la modalidad No-Limit Texas Hold’em, cuya entrada es de 10.000 dólares, fue un regalo de Navidad de su novio Bryn Kenney, jugador de póker profesional estadounidense. A pesar de ser su primer torneo importante, la malagueña lideró el PCA Bahamas durante varios días. Finalmente, Ana terminó en la décima posición, haciéndose con un premio de 155.000 dólares. Un magnífico resultado que hizo que los medios españoles especializados se fijaran en ella, ya que siempre había pasado desapercibida al jugar en Estados Unidos.

Tras su gran resultado en el PCA Bahamas, la malagueña empezó a viajar por Europa para competir en torneos de primer nivel. En mayo de 2011 consiguió una novena posición en un evento paralelo del European Poker Tour (EPT) Grand Final celebrado en Madrid, sumando 10.000 dólares a sus ganancias totales en torneos de póker presencial. En verano regresó a Estados Unidos para participar por primera vez en las World Series of Poker (WSOP), festival de póker en vivo disputado en el Rio Casino & Hotel de Las Vegas. Dos años después, la jugadora española conquistó el The Hollywood Poker Open Championship, una de las victorias más importantes de su carrera donde se embolsó 320.000 dólares tras superar a 630 jugadores.

A pesar de sus buenos resultados en el circuito internacional, Ana decidió tomarse un tiempo de descanso durante el año 2014. Con 30 años, la malagueña se dio cuenta que llevaba más de diez años centrada única y exclusivamente en el juego de cartas, algo que estaba afectando a su vida personal. En ese periodo de reflexión siguió dedicándose al póker, pero complementándolo con otras actividades como el yoga. Sin embargo, se dio cuenta que no podía dejar el póker del todo, aunque sí cambió su planteamiento para disponer de más tiempo libre. Un nuevo modo de vida más relajado y calmado, alejado de los continuos viajes del pasado, con el que poco a poco ha ido recuperando su nivel.

La malagueña volvió a acaparar las portadas de los medios de póker españoles en el festival 888 LIVE Bucarest, uno de los eventos del circuito de poker presencial de 888 poker, celebrado en el mes de marzo de 2018. De forma inesperada, Ana volvió a festejar una nueva victoria en el High Roller, torneo de Texas Hold’em de 2.200 euros, con la que se hizo con 26.000 euros de premio. Varios meses más tarde, la jugadora se unió a 888poker como nueva embajadora de la sala. Una nueva etapa de su vida con la que espera seguir haciendo historia en el póker español, siempre luchando por la presencia de las mujeres en las competiciones a nivel mundial.

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