Puerto Banús y Port Hercule de Mónaco encabezan una nueva generación de puertos que entienden la sostenibilidad como un eje estratégico y no como una tendencia. Ambas marinas, junto a la empresa científica Underwater Gardens International, han impulsado un estudio pionero sobre el estado ecológico y la biodiversidad marina en diez enclaves portuarios del Mediterráneo, con el propósito de medir, proteger y regenerar los ecosistemas costeros más presionados por la actividad humana.
El informe, presentado en un encuentro celebrado en Puerto Banús, ha reunido a expertos en medio ambiente, gestores portuarios e instituciones del sector náutico, que han debatido sobre los desafíos ecológicos que afrontan los puertos deportivos y las soluciones posibles para revertir su impacto ambiental.
Diez puertos bajo la lupa
El análisis se ha desarrollado en diez localizaciones estratégicas del Mediterráneo —Puerto Banús, Marina Ibiza, Port Hercule, Vieux-Port de Cannes, Saint-Tropez, ACI Marina Split, Marina Grande di Capri, Porto Cervo, Marina di Portofino y Limassol Marina— elegidas por su relevancia económica, turística y ambiental.
Los resultados sitúan a Puerto Banús, Port Hercule y Saint-Tropez como los puertos con mayor compromiso en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 12 (producción y consumo responsables) y el ODS 14 (vida submarina).
Entre las iniciativas más destacadas figura la gestión avanzada de residuos, la reducción del uso de plásticos y la instalación de sistemas de limpieza de aguas como los seabin devices. En el caso de Puerto Banús, desde 2020 se han incorporado cláusulas de uso de materiales sostenibles en los contratos de arrendamiento, mientras que Port Hercule ha desarrollado un plan integral de tratamiento de residuos y control de la calidad del agua con una detallada transparencia de datos.
Regenerar la vida bajo el agua
En el ámbito del ODS 14, el liderazgo de Puerto Banús es especialmente visible. Desde 2023 desarrolla un proyecto de evaluación y regeneración de la biodiversidad marina, con el objetivo de establecer una figura pionera de “Refugio Marino Portuario”, que permita proteger hábitats y especies en sus instalaciones.
Entre las medidas implementadas destaca la protección de la Patella ferrugínea, molusco endémico del Mediterráneo y bioindicador esencial del equilibrio ecológico, en colaboración con la Universidad de Sevilla. El puerto ha instalado Life Boosting Units que crean nuevos microhábitats y ha iniciado un programa de monitorización científica para estudiar la evolución de las especies y su capacidad de resiliencia ante el cambio climático.
En el caso de Port Hercule de Mónaco, la Société d’Exploitation des Ports de Monaco lleva casi dos décadas aplicando soluciones innovadoras: hábitats artificiales (biohuts), piscinas de marea que replican ecosistemas naturales y la app DONIA, que ayuda a navegantes y buceadores a evitar daños en fondos marinos sensibles. Los resultados iniciales son prometedores: en algunas zonas, la cobertura biológica supera ya el 90 % de organismos vivos.
Saint-Tropez, por su parte, ha instalado una cincuentena de viveros artificiales para proteger las postlarvas de peces, reforzando el ciclo natural de reproducción marina.
Un modelo mediterráneo de puertos regenerativos
El informe, realizado con metodología científica y enfoque estratégico, propone una red mediterránea de puertos regenerativos, donde la ciencia, la sostenibilidad y la economía azul trabajen de forma conjunta. Incluye mapas de biodiversidad, recomendaciones para mitigar impactos y estrategias alineadas con la Agenda 2030 y las directivas europeas de restauración de la naturaleza.
“La sostenibilidad no debe quedarse en la superficie. Liderar este informe significa asumir un compromiso real con el Mediterráneo”, ha señalado la dirección de Puerto Banús, reafirmando su voluntad de compatibilizar actividad económica y regeneración ambiental.
La transparencia es otro de los ejes que resalta el estudio: comunicar las buenas prácticas es tan importante como llevarlas a cabo. Difundir resultados, compartir conocimiento y fomentar la colaboración entre puertos es clave para multiplicar el impacto positivo.
Con estas acciones, Puerto Banús y Port Hercule de Mónaco marcan un camino claro: el de un Mediterráneo más limpio, resiliente y sostenible, donde la innovación y la conciencia ecológica se convierten en los nuevos motores del sector náutico.