El Lago, el emblemático restaurante situado junto al lago de la urbanización Elviria Hills, ha entrado en una nueva etapa. Con nueva propiedad y con una imagen renovada, El Lago sigue apostando por una propuesta gastronómica basada en productos de temporada y de kilómetro cero.
Para celebrar esta nueva etapa, El Lago organizó un exclusivo cóctel en su terraza, donde un reducido grupo de invitados tuvieron la oportunidad de degustar algunas de las novedades de su carta.
Recomendado por la prestigiosa Guía Michelin, con dos Soles Repsol y una posición en el Top 10 de la Guía Macarfi, El Lago ha demostrado ser un pilar de la alta cocina desde su apertura en el año 2000. Originalmente, el restaurante comenzó como parte del Club House de Greenlife Golf, pero pronto evolucionó hasta convertirse en un referente culinario en Málaga y Andalucía.
El compromiso del equipo de El Lago con la excelencia es evidente en cada plato. Con un enfoque en la utilización de los mejores productos locales y la aplicación de técnicas culinarias precisas, El Lago ofrece texturas y sabores que encantan a cada comensal.
El Lago está recomendado por la Guía Michelin, ostenta dos Soles Repsol y está situado en el Top 10 por la Guía Macarfi.
El Lago continúa ofreciendo una propuesta gastronómica basada en el producto de temporada y de kilómetro cero.
En esta nueva etapa, El Lago promete seguir siendo un faro de la alta cocina, ofreciendo una experiencia culinaria que celebra los productos locales y el arte de la gastronomía en un entorno muy agradable.
Nueva carta de Restaurante El Lago
El equipo de El Lago está trabajando en un menú completamente nuevo. A mediodía, la propuesta incluye desde el guacamole casero con chips de verduras y nachos, la tempura de calabacín con salsa tzatziki, la ensalada de langosta, la ensalada fresca de tomates locales de colores de temporada con queso de cabra, el ceviche de lubina, o el plato de marisco con ostras, atún, almejas finas y langostino; con postres como la mousse de chocolate y avellanas con chantilly de vainilla, el pastel de whisky helado, o la pavlova.
Y por la noche, la carta ofrece entrantes como el carpaccio de gamba roja al ajillo y caviar negro; la crema de almendras ajo blanco con bonito curado, nori, frutas de temporada y katsuoboushi; las zanahorias asadas de nuestros agricultores ecológicos, tabulé de aceitunas y yogur de cabra con salsa de comino; principales como el tataki de ternera madurada en seco con salsa de tuétano y emulsión de pimientos, la paleta de cabrito malagueño asada con salsa de queso payoyo y verduras de temporada, el lomo de cerdo ibérico con encurtidos caseros y salsa Pedro Ximénez, el salmonete panko con ensalada japonesa de pepino “sunomono” y salsa coral, el bacalao con pisto de verduras y salsa provenzal, y postres como la torta suprema de chocolate con caramelo salado y helado de café, el semifreddo de palomitas de maíz con crumble de maíz y notas especiadas, y la piña al ron con crema de maracuyá y helado de coco.
En esta nueva etapa, la dirección del restaurante apuesta por convertirse en el escenario de eventos privados y corporativos.