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Carlos Vives: «Es tan buen momento para emprender como cualquier otro»

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Carlos Vives: «Es tan buen momento para emprender como cualquier otro»

El mundo sufre creaciones y destrucciones. Vivimos en una era en la que todo fluye y cambia, por eso es importante contar con perfiles y partners potentes y especializados que nos ayuden a mejorar los resultados y que actúen de pegamento en el puzzle que puede suponer un negocio.

En este momento, precisamente, hablamos con Carlos Vives de Evolvers sobre emprendimiento. Desde su empresa asesoran, entre otros servicios, a emprendedores, para que sus ideas lleguen a buen puerto.

Parece una pregunta trampa, pero ¿es buen momento ahora para emprender?

Sí, es tan buen momento para emprender como cualquier otro. La economía es cíclica y los momentos de recesión y crisis crean cambios en los hábitos de consumo y movimientos en las barreras de entrada y salida, es decir, se crean oportunidades. 

Obviamente, es fundamental tener en cuenta el momento y el mercado al que nos vamos a dirigir ya que el hecho de que haya oportunidades, no quiere decir que las haya en todos los sectores. Tener en cuenta el entorno macroeconómico cobra especial relevancia en estas situaciones para aumentar la probabilidad de éxito.

Por ejemplo, invertir en hostelería tradicional a día de hoy sería casi una locura: reducción de consumo en bares y restaurantes, reducción de turismo internacional, confinamiento nocturno y sobre todo, incertidumbre.

Sin embargo, hay un aumento de pedidos de comida a domicilio, con lo que montar un pequeño negocio de “dark kitchen” en los que no hay gastos de personal de sala y se puede realizar la actividad en un local más pequeño y que no esté necesariamente en calles transitadas, supondría una ventaja competitiva gracias a la reducción de costes respecto del restaurante tradicional y atendería a la demanda que ha cambiado su modo de consumo.

 

Otro ejemplo, esta vez relacionado con las barreras de entrada, serían los hoteles. Hoy por hoy sigue siendo muy arriesgado, pero la previsión es que en cuatro o cinco años se recuperen los niveles turísticos previos a la pandemia. Por desgracia, la gran mayoría de hoteles que no son grandes cadenas, han tenido que cerrar o tendrán que hacerlo y una gran cantidad de ellos, no volverán a abrir. En seis a doce meses (suponiendo que haya una vacuna antes de verano de 2021) los precios de adquisición de uno de estos negocios experimentarán su cota más baja, ya que no hay demanda para tanta oferta, con lo que se generará una gran oportunidad para aquellos inversores con liquidez. De esta forma, podrán entrar a un mercado por un precio bajo de adquisición, aprovecharán el camino a la recuperación y tendrán menos competidores cuando el mercado se haya estabilizado.

Si un futuro cliente le dice que quiere emprender porque tiene claro su modelo de negocio, ¿en qué basaría su consultoría para hacerle ir por el mejor camino?

Depende de lo avanzado que esté el proyecto y la profundidad con la que se haya realizado el estudio previo. No sería la primera vez que hemos realizado cambios de 180 grados a modelos de negocio que creían inicialmente válidos.

Para cualquier consultor o empresario es fundamental obtener datos, por lo que un análisis en profundidad, esté en la fase que esté, es clave para poder emitir un diagnóstico y proponer un plan de acción. Es como ir al médico, primero le cuentas lo que te pasa, luego el médico te hace unas pruebas para concretar y emitir un diagnóstico y por último te da un tratamiento. 

Es importante distinguir que la consultoría no trata únicamente de solucionar problemas de crisis, sino también de aumentar la rentabilidad de forma sostenible en el tiempo y en nuestro caso, además, buscamos que tenga un impacto social positivo.

¿Qué vías de financiación aconseja ahora mismo como más seguras?

La seguridad en la financiación no la da la propia financiación, sino la sinergia que hay entre la vía de financiación y las necesidades concretas del negocio o incluso con los propios socios. Dependiendo del uso que se vaya a dar a ese recurso económico, del momento en el que se encuentre el proyecto, la seriedad y viabilidad del mismo y también de la preparación del equipo directivo, será recomendable un tipo de financiación, otro o ninguno.

 

Lo que viene ahora puede ser duro para algunos emprendedores, pero hay que hacer una labor de concienciación. 

Existe un gran desconocimiento de este sector y hay que entender, que nadie financia ideas, aunque seas el próximo Facebook. La gran mayoría de emprendedores rehúye de la banca tradicional y busca business angels o fondos de capital riesgo, pero la realidad es que no se da financiación a través de estas vías para desarrollar el producto mínimo viable (MVP por sus siglas e inglés). La variable más importante para cualquier inversor es la relación entre el riesgo y la potencial rentabilidad.

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Primero hay que construir un equipo y demostrar con cifras reales que la idea es viable, que se puede vender, aunque sea a unos pocos. Lo siguiente es demostrar que, con dicha inyección económica, se aumentarán las ventas o reducirán los costes, aumentando el margen de la compañía y, por último, hay que tener un plan de negocio profesional.

Para aquellos que estén en una fase pre-semilla, que aún no hayan empezado a comercializar su producto o servicio, las mejores alternativas, siempre y cuando tengan un proyecto con un estudio de mercado y plan de negocio sólido, suelen ser la banca tradicional, que ahora mismo tiene tipos de interés muy atractivos, entidades gubernamentales o financiación alternativa como el crowdfunding o los préstamos participativos.

¿Qué aspectos son hoy en día mucho más importantes con respecto a hace, por ejemplo, una década?

Desde el punto de vista del propio negocio, sin duda alguna, la digitalización y las propuestas verdes, especialmente la economía circular. 

Por otra parte, vivimos en la era de la información o, mejor dicho, de la infoxicación. Antes teníamos que asumir hipótesis basadas en la propia experiencia y predecir el futuro, casi como si fuéramos videntes. Ahora, contamos con una gran cantidad de datos y métricas, pero hay que saber elegirlos e interpretarlos. 

Todos estamos de acuerdo que las decisiones basadas en datos dan certidumbre y disminuyen el riesgo, especialmente si además estamos atentos a nuestros competidores y tendencias del mercado, pero si le preguntamos a diez especialistas de marketing digital qué medidas concretas implementar basadas en los mismos datos, tendremos diez respuestas diferentes. Vivimos en una era de híper especialización en la que sabemos mucho de lo nuestro, pero nos falta el pegamento que une las piezas. 

Estar al día del área de tu negocio, informado, alerta a lo que hacen otros y a las tendencias del mercado, así como oportunidades, parecen consejos muy útiles, pero ¿qué más requiere el emprendedor?

Como empresario y especialmente como emprendedor hay que desarrollar una serie de cualidades actitudinales. La inteligencia emocional de la que habló Daniel Goleman ya en 1995, es una pieza clave para poder gestionar racionalmente los altibajos de un negocio. 

La verdad es que no hay una fórmula mágica y el emprendedor no deja de ser un individuo con sus propias ideas y forma de ver el mundo y los negocios y eso sin hablar del mercado… Pero, desde luego, hay una serie de factores que ayudan: inteligencia emocional, constancia, honestidad y ser realista como claves actitudinales. Estar informado, crear un plan estratégico, analizar a la competencia, analizar las fortalezas y debilidades, las oportunidades y amenazas y rodearte de los mejores, sería la base aptitudinal.

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