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Pilar Rangel y Javier Cebreros, la experiencia del voluntariado internacional en familia

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Pilar Rangel y Javier Cebreros, la experiencia del voluntariado internacional en familia

Hace ya más de un año que conocí a Pilar Rangel. Es abogada, profesora en la Universidad y experta en Terrorismo Yihadista. Quizás esto último es lo que nos llama más la atención a todos los que la conocemos. Lo siguiente que destaca es que Pilar más allá de su faceta profesional lleva por bandera a su familia; su marido Javier y su hija Mariam.  

 

África es una de las zonas más conflictivas, paso de terroristas para llegar a Europa, además de las guerras y guerrillas internas que se producen actualmente en muchos de sus puntos. Pero esta familia, cuya hija nació en África, es ferviente amante del que llaman el continente negro. 

Llevaban tiempo queriendo hacer algo más. Dar ese paso más allá de ser meros espectadores de una realidad que nos preocupa pero ante la que nos mantenemos impasibles. El voluntariado es algo por lo que apuestan muchos jóvenes, pero parece que no nos lo planteamos tanto cuando ya tenemos ciertas responsabilidades. Sin embargo, decidieron hacerlo y además juntos, en familia. 

Parte de sus vacaciones la han dedicado a ayudar en un orfanato de Burkina Faso, cada uno aportando lo que mejor sabía hacer. Pilar, como madre, dando cuidado y cariño a los pequeños. Javier es sanitario y fotógrafo, lo de fotógrafo les aportaba cierto entretenimiento a los niños, pero sobre todo han sido útiles sus conocimientos sanitarios y sus ganas de darles amor. Y la pequeña Mariam, que en tan sólo unos días cumplirá 8 años, aportando sus juegos. Una experiencia diferente que según nos cuentan les ha enriquecido a todos. 

Mariam durante el voluntariado

¿Qué os motivó a dedicar parte de vuestras vacaciones a una labor de voluntariado en África? 

Pilar: En abril una amiga nos invitó a una charla en La Térmica que iban a impartir los miembros  de la ONG Policía Amigo. Fuimos, y allí mismo nos decidimos a hacer un voluntariado durante 15 días de nuestras vacaciones. Todo eso unido a nuestro compromiso y amor por África nos ayudó a dar el paso.

¿Cómo tomasteis la decisión de que vuestra hija debía acompañaos?

Javier: Es interesante. Nosotros no concebíamos el compromiso del voluntariado sin Mariam. Creíamos que era una pieza fundamental. Y te podemos asegurar que si no la hubiésemos encontrado preparada para ir con nosotros, no hubiésemos viajado a Burkina Faso.

Supongo que encontrasteis voces en contra de esa decisión…

Pilar: Sí. Si no hubiésemos encontrado a alguien que opinase en contra de nuestra decisión habría sido rarísimo. Encontramos miembros de nuestra propia familia por ponerte un ejemplo que no veían bien que llevásemos a Mariam, incluso nos sugirieron otros destinos. 

Javier: Parecía como si fuésemos a llevarla a un sitio donde fuese a pasarlo mal.

¿Mariam entendió lo que ibais a hacer?

Javier: Mariam lo entendió y se entusiasmó con la idea. Desde pequeña le hemos ido inculcando el amor y el respeto por África. Imagínate que ella ha “propuesto” muchas veces ir a Mali, que es frontera con Burkina. Pero no es viable debido a que actualmente no es un país muy recomendable para ir.

 

¿Cómo fueron los preparativos?

Javier: Seguimos todos los pasos establecidos. Lo primero que hay que hacer es coger el calendario, ver las fechas del viaje, y en función de eso, primero ir a Sanidad Exterior, ponernos las vacunas necesarias y hacer la profilaxis de la Malaria, Tifus y Cólera. Lo hicimos los 3. Después compramos los billetes de avión, pactando a través de la ONG los días que íbamos a estar alojados en en orfanato. Tras eso tuvimos que darnos de alta en el Ministerio de Asuntos Exteriores como viajeros. Y en mi caso fui almacenando material fungible para el Dispensario de Salud, ropa de niño, etc, para poder llevarlo con nosotros.

Fuisteis con Policía Amigo, ¿por qué con ellos y no con otra ONG?

Pilar: Fuimos con ellos porque estuvimos en aquella charla y nos parecieron serios. Pero podíamos haber ido con otra. En un primer momento la idea era ir con la ONG Mentalizados a Costa de Marfil. Llevábamos mucho tiempo queriendo hacer esto. 

¿Qué encontrasteis al llegar? ¿Era como esperabais? 

Pilar: Nos encontramos con la realidad del abandono de 37 niños de entre 0 y 7 años en el orfanato. Aparentemente estaban sanos, pero tenían una gran falta de cariño. Muchos de ellos están en adopción internacional. 

Javier: Nos hemos encontrado con la cruda realidad del abandono. Una familia nos trajo a un recién nacido, de apenas 24h de vida, con la intención de dejarlo allí. Gracias a Dios que funcionan los Servicios Sociales, a los que fueron remitidos. En este caso estuvieron a muy poquito de que el bebé se quedase allí, con toda la problemática que hubiese traído. Pero por suerte los servicios sociales funcionaron. 

¿Cómo era vuestro día a día allí?

Pilar: Nuestro día a día giraba entorno a los niños. Mariam desde el primer momento hizo amigos y se pasaba todo el día jugando, incluso ayudaba en la cocina, daba biberones etc.

Javier: Pilar y yo atendíamos a los bebes y jugábamos con los mayores. Aprovechamos también y dejamos las tardes para salir a ver la ciudad, hacer alguna excursión o simplemente a tomarnos una cerveza, la mejor que he probado, por cierto. Y es que hay tiempo para todo menos para aburrirte.

Supongo que debe ser gratificante, pero también se deben vivir momentos muy duros…¿Qué es lo que más os ha impactado?

Javier: El vivir momentos duros, como tú dices, en contra de los que se pueda pensar, también es gratificante, porque son los que nos hacen madurar. Nos ha impactado la problemática del abandono, porque no tienen medios para criar a un bebé. Con eso se te cae el alma al suelo, es durísimo. 

Pilar: También hemos compartido tiempo con los jóvenes y hemos visto la importancia de explicarles que estudien, que trabajen, que levanten su maravilloso país y que no vengan a Europa en una patera ya que conlleva muchísimos peligros, como todos sabemos.

Ahí estaría una posible solución al problema de la inmigración, ayudar en el origen.

Mariam es muy pequeña, pero supongo que de alguna forma le habrá influido lo que ha vivido. ¿Habéis visto algún cambio en ella tras la vuelta?

Javier: Creo que ha sido un gran regalo para ella, quizás los que se oponían a nuestro viaje de una manera u otra no lo vean ni lo comprendan, pero ella lo ha valorado mucho, a su manera. 

Pilar: Creo que ha madurado un poquito más, y además nos ha demostrado que es una gran viajera y una todoterreno. Pensamos que hemos acertado haciéndole este regalo. Mariam es una buena niña, que está viviendo experiencias que no están al alcance de otras niñas de su edad, y eso es tener una suerte enorme.

 

¿Qué aprendizaje os traéis vosotros?

Pilar: Nosotros ya teníamos experiencia en Mali y Gambia, pero esta vez hemos visto el problema principal de Africa en origen, sobre el terreno. Hemos aprendido que cuando viajas a África lo que te han podido contar, o has podido leer, queda en un segundo plano. Lo que impera es el “aquí y ahora”. Las situación puede cambiar de un momento a otro.

Javier: Hemos aprendido in situ, que la mujer y los niños son el pilar de la sociedad africana y son ellos los que deben ser protegidos, educados, potenciados, respetados y cuidados. De hecho, existe una cosa muy importante que no existe en España: Burkina Faso tiene un ministerio de la Familia. Como voluntarios se puede ayudar, pero siempre desde el respeto.

¿Recomendaríais a las familias llevar a cabo este tipo de voluntariado en familia?

Javier: Por supuesto, pero siempre desde el sentido común y mirando por su seguridad. Este tipo de viajes son muy especiales y hay que llevarlo todo muy bien atado y saber que las situaciones en los países cambian casi sin avisar y eso puede ser un problema.

Pilar: Sabiendo eso, solamente queda abrir la mente para aprender, porque al contrario de lo que puedan pensar, los voluntarios van a aprender…no a enseñar.

Javier Cebreros y Pilar Rangel se han propuesto con su testimonio animar a que otras personas también dediquen su tiempo a ayudar. Posiblemente para esos niños sentir durante esos 15 días amor y cariño no es suficiente, pero por supuesto, menos es nada. 

Redacción: Ana Porras   Fotografías: Javier Cebreros 

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