Hace mucho que entendí que, por más que queramos, no somos superhéroes y mucho menos ninguna de nosotras es superwoman. Cargar con esa fantasia nos aleja de nosotros mismos y genera mucha frustración. Tengo claro que todos tenemos un enorme potencial y que solo necesitamos los recursos y herramientas para sacar ese poder y ponerlo a nuestro servicio. Pasamos la vida aletargados, sin buscarlo, hasta que algo que viene de fuera nos confronta, nos hace sufrir y entonces, o te quedas en la víctima autocompadeciéndote de tu mala suerte o coges al toro por los cuernos, tomas responsabilidad, sacas a relucir tu poder y te transformas en una mejor versión.
Claudine Ibarra sabe por experiencia propia lo que es el dolor, enfrentarse una y otra vez a las adversidades, e incluso enfermar por sostenerlas en el cuerpo.
Tras pasar por varios procesos traumáticos, cuando creyó que ya no podía más y quedaría postrada en una cama, encontró las herramientas de sanación que ahora, como profesional del crecimiento personal, comparte con sus clientes. No hace falta estar en la oscuridad del pozo. La clave es tomar conciencia y desarrollar todo aquello que podemos llegar a ser.
Mogli The Key
Mogli The Key nos recibía por segunda vez. Si en la anterior ocasión celebramos la cena en un espacio exclusivo para eventos privados, en esta el encuentro se desarrolló en la terraza exterior del restaurante.
A todos los asistentes les sorprendió la belleza del espacio y su decoración. La mesa es una de las más sencillas que hemos tenido en Cenas con Chispitas a nivel ornamental. Solo unas velas para no eclipsar el entorno.
La expectación que despertó Claudine Ibarra dejó a muchas personas en la lista de espera, así que los que estuvimos allí fuimos unos privilegiados al escuchar sus palabras y sentir esa serenidad que transmite.
La cita
¿Quién no ha dicho o pensado alguna vez eso de “no puedo más”? Seguro que a la mayoría de los que estáis leyendo este artículo se has pasado alguna vez por la cabeza. Entonces, cuando sientes que las fuerzas te abandonan, que te flaquean, cuando todo se vuelve oscuridad, la luz se filtra en pequeños destellos y encuentras en ella algo a lo que agarrarte para continuar y salir de ahí. También puedes ponerte la capa de víctima, quejarte de por vida e ignorar esos rayos. Tú decides.
La mente es una maquinaria compleja, como nuestro cerebro, del que todavía sabemos muy poco a la altura que estamos de la humanidad y la ciencia El poder de la mente es tan fuerte que, a veces, asusta por puro desconocimiento. Junto a Claudine descubriríamos algunas herramientas para usar nuestro potencial en beneficio de nuestro desarrollo personal.
La cena
En nuestra primera cita en Mogli the Key los comensales coincidieron en lo exquisito de sus sabores. Esta vez no iba a ser menos. El menú que nos prepararon estaba delicioso.
Aperitivo
Salmorejo de fresa con lágrimas de ventresca de atún
Guacamole
Ceviche de Lubina
Croquetas de cecina
Brioche de Rabo de toro
Plato principal
Rodaballo a la brasa
Acompañamiento
Verduras de temporada
Puré de patatas al estilo Robuchon
Edamame a la brasa
Postre
Coulant de chocolate
La ponente: Claudine Ibarra
Hablar de la historia de Claudine es hablar de resiliencia y superación. Desde niña la vida le mostró la cara más amarga con el abandono de su padre. Aunque ella y sus hermanos pasaron muchas carencias, nunca les faltó el amor de su madre. La danza y el piano le permitieron desarrollar su creatividad y talento, pero bailar con algunas circunstancias dolorosas la postraron en la cama con un diagnóstico de fibromialgia. Sanar una enfermedad para la que la medicina no tiene cura a través de ejercitar el poder de la mente, la llevó a cambiar los escenarios por la gestión de emociones.
Se formó en coaching, programación neurolinguística e hipnoterapia, en el Phil Parker Training Institute en Londres. Hoy ayuda a los demás a transformar sus vidas a través de sesiones individuales, talleres y cursos, y otros trabajos de divulgación.
Despierta tu poder interior
Claudine Ibarra compartió con los asistentes las duras pruebas a las que se ha enfrentado a lo largo de su vida. Tuvo una infancia complicada, pero algo que nunca le faltó fue el amor de su madre que se esforzó por suplir otras carencias.
Desde muy pequeña desarrolló su creatividad y dejó fluir su sensibilidad a través del piano y la danza. Un mundo, este último, que la llenó de inseguridades y complejos que se manifestaron en una anorexia. Tras eso, tuvo una relación de pareja tóxica: “Seguía sin darme cuenta que era yo la que estaba atrayendo eso a mi vida. Volvía a atraer una historia dramática”. Su pareja falleció en un accidente de tráfico. Después de pasar por un duelo, volvió con más fuerza a los escenarios. Cuando aún no estaba repuesta de lo sufrido, vivió otro capítulo dramático a la salida de una discoteca que la postró en la cama ante la impotencia de enfrentarse de nuevo a tanto dolor. “Me siento muy afortunada de haber salido de eso, cuando volví a la vida tuve un accidente de tráfico y salvé la vida de milagro”. Enfrentarse a testas vicisitudes le hacía mirar al futuro con miedo a lo que estuviese por venir. Después, conoció a su pareja actual en el que encontró la paz.
“Cuando todo iba más o menos bien, empecé a sentir un cansancio tremendo, no podía caminar y pensé que era falta de descanso. Hasta que vi que no era eso, que me estaba pasando algo”. Le diagnosticaron una fibromialgia y tuvo que cerrar su academia de danza.
Se cruzó en su vida un programa de entrenamiento mental en Londres con el que fue capaz de detener los momentos de dolor: “Me di cuenta de lo responsable que era yo de eso que estaba sufriendo. La fibromialgia suele venir por un cúmulo de estrés sostenido en el tiempo. Y en mi caso tenía todo el sentido”. “Ser transparente y contar la verdad, que otras personas puedan sentirse identificadas con mi vulnerabilidad, ayuda”.
A partir de ahí, le pareció tan fascinante curarse de la fibromialgia, para lo que la medicina no tenía respuesta, que volvió reforzada a la danza. “Entonces decidí que eso no me lo podía quedar para mí y comencé en el mundo del desarrollo personal. Tengo la responsabilidad de lanzar ese mensaje de que si yo puedo y lo he conseguido, tú también puedes porque yo no tengo super poderes”. “Os invito a reflexionar sobre esa responsabilidad que tenemos todos para cambiar nuestra vida, ahí está nuestro poder”, reflexionó.
Tras relatar lo que le había llevado a dirigir su vida a ayudar a los demás, nos planteó una adivinanza de la que nos daría la solución al final de la cena y que nos dejó a todos pensando.
“Inconscientemente estamos sujetos a creencias que nos limitan y vivimos con esos límites permitiendo que se apoderen de nuestra vida. Cuando nos pasan cosas que consideramos negativas caemos en la autocompasión. Cambiar ese mensaje y, por lo menos, dar credibilidad a que estamos sujetos a creencias. Siempre manda la emoción y es la que va a dirigir nuestras conductas. Si la emoción nos limita o la percibimos como negativa no sacamos la parte útil de la emoción. Todo es neutro, deberíamos intentar no etiquetar. Debemos sacar la información que nos traen esas emociones. Hay que dar las gracias a las emociones que etiquetamos como negativas. En la mente podemos hacer los cambios que necesitamos”, aseguró.
A través de una práctica de visualización y anclaje nos explicó cómo cambiar los caminos neuronales de nuestro cerebro para recuperar los recursos que necesitamos: “Dejad que vuestra mente inconsciente esté ahí trabajando”. Nos explicó que ese tipo de ejercicios trabajan la neuroplasticidad: “La mente no distingue entre si es una situación real o imaginada”. Es una capacidad que tenemos todos y que supone un poder que tenemos. Hay que repetir hasta automatizar los procesos e integrarlo.
Poner a nuestro favor y fortalecer el camino neuronal que nos sea útil. Cada uno tiene una forma de interpretar la vida. Cada uno tiene un mapa mental. Por eso es necesario en ocasiones recurrir a un profesional para que nos ayude a reprogramarnos.
En su web tiene un ebook en el que explica una técnica similar a la que hizo con nosotros. Enlace aquí.
Claudine resolvió las dudas de los comensales en el transcurso de la cena y no dudó, al finalizar, de mostrarnos su arte por bulerías acompañada por la voz de Mariló Sánchez Galdeano. Lo que supuso un perfecto colofón a una cita en la que quedó de manifiesto que si queremos cambiar nuestra vida tenemos que asumir responsabilidad y despertar nuestro poder y dejar de ser víctimas para convertirnos en protagonistas.
Redacción: Ana Porras
Fotografía: José Cordero
Agradecimientos
Anfitrión: Mogli The Key
Ponente: Claudine Ibarra